Big Bang! News
Más

El jubilado que detuvo a Lanatta reclama la recompensa: "Pondré de testigo al prófugo"

Enzo Dupráz es el policía retirado que capturó a Martín Lanatta el 9 de enero en Cayastá. Pide los dos millones de pesos, pero se los niegan. Los motivos.

por Rodolfo Palacios

20 Marzo de 2017 06:33
1552080865560
1552080865560

Se pareció a un duelo del Lejano Oeste, pero sin caballos, ni armas. El fugitivo arrastraba los pies sobre las calles de tierra, había dejado su fusil oculto en un pozo y su sed lo había herido más que una bala. Su verdugo, un policía retirado de 58 años, vio que estaba ante un hombre derrotado. 

-¡Arriba las manos! -le ordenó cuando estuvieron cara a cara.

Pero el forajido, que tenía la cara desfigurada y vestía harapos, no pudo levantar los brazos.

-No doy más, me entrego. Mis compañeros están cerca, en un maizal. No los maten -alcanzó a decir Martín Lanatta

Enseguida llegaron los policías y lo esposaron.

Esa imagen aún resuena en la cabeza de Enzo Dupráz, el ex policía que capturó a Lanatta el 9 de enero. 

Enzo Duprás, el policía jubilado que detuvo al pistolero. Diario El Litoral.

Martín Lanatta, su hermano Cristian y su amigo Víctor Schillaci se escaparon de la cárcel de General Alvear el 27 de diciembre de 2016. Los tres habían sido condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ocurrido el 13 de agosto de 2008 y cuyas víctimas fueron Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Diego Ferrón. 

Lantta reconoció que fue capturado por el policía retirado.

A un año y dos meses de aquella captura, Duprás se siente decepcionado porque no cobró la recompensa de dos millones de pesos. Dice que le mandó dos cartas al ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo, pero no tuvo respuesta. "No me dijeron nada. Ojo, cuando detuve a Lanatta no sabía de la recompensa, me contaron después. Pero ahora siento maltratado", le dijo a BigBang.

"No me dijeron nada, me sentí maltratado

Pero fuentes del ministerio de Seguridad bonaerense le confirmaron a BigBang que la recompensa fue abonada. "Por empezar, ningún policía, por más que esté retirado, puede reclamar la recompensa. Se repartió entre dos testigos de identidad reservada que avisaron a las autoridades la zona dónde se ocultaron los tres prófugos. Ese tema está cerrado, por más que hayan surgido paracaiditas".

Así cayó Lanatta en Cayastá.

A Dupraz le dicen “Don Bairoletto”, como el bandido rural romántico, pero dice que no tiene nada que ver con ese legendario pistolero. “Trabajé 31 años en la fuerza y mi conducta fue intachable. Detuve a asesinos, contrabandistas, cuatreros, fugitivos, piratas del asfalto”, enumera. “Pero lo que más orgullo me da es haber sido el captor de Lanatta. Ese día recibí 180 llamadas. Me agasajaron con asados y todo”.

Una de las originales placas de Crónica TV.

 

-¿Cómo fue la caída de Lanatta?

-Yo daba vueltas en la zona donde cuido un campo, en Cayastá. De repente veo que un hombre en mal estado se acerca a un paisano. Me apuré y le dije al paisano que se fuera. Cuando lo vi a Lanatta, no lo conocí. No se parecía en nada a la foto que salía en la televisión. Estaba todo golpeado, con el ojo herido. Ellos habían volcado con una camioneta. El pueblo sabía que estaban cerca. Cuando le hice una seña, retrocedió. Y ahí le gané de mano con al camioneta. Le dije “Alto, policía”. 

La triple fuga movilizó a más de 900 policías.

La triple fuga movilizó a más de 900 policías.

-¿Y Lanatta no se resistió?

-No, no pudo hacer nada. Lanatta estaba vencido. “Quédese tranquilo, no voy a hacer nada. Me vine a entregar”, me dijo. Al rato encontramos el fusil que había escondido. Ellos le tenían miedo al uniforme policial, estaban convencidos de que iban a matarlos. 

Lanatta sólo quería agua. La sed pudo más que sus ansias de fuga.

-¿Por qué cree que lo dejaron afuera de la recompensa?

No sé qué pasó. Quizá me anotaron mal en el acta de la comisaría. El mismo Lanatta dice que yo lo detuve. Con esto quiero llegar a la verdad. De ser necesario pondré de testigo al mismo Lanatta.

"El mismo Lanatta dice que yo lo detuve. Lo pondré de testigo

El mismo prófugo le contó a BigBang que su captor fue el policía jubilado. "Estaba a punto de desmayarme, lo único que quería era agua. Se me nublaba la vista y todo me daba vueltas, pero recuerdo a ese señor. Primero apareció él y después los policías", recuerda Lanatta ante BigBang.

Cristian Lanatta y Schillaci cayeron dos días después.

Ese día llegó al último minuto de su propio Apocalipsis Now arrastrándose, desarmado, enmudecido y rodeado por sus enemigos. Habían pasado los doce días de fuga rabiosa y a tiro limpio. En la foto de su captura, que se difundió en todo el país como un trofeo de la cacería final, se ve casi ausente y con la mitad de la cara desfigurada. Con una mirada que lo ha perdido todo. 

10