Más
Policiales

El juicio contra el clan Benítez: el duro testimonio de la chica de 17 años que estuvo 4 meses secuestrada

También habló por primera vez una de las víctimas, y apuntó de lleno contra los tres integrantes de la familia. Mañana se presentarán a declarar médicos, policías y dos jóvenes que vivieron situaciones parecidas.

22 Octubre de 2019 20:15
1571785471729

En la segunda audiencia del juicio que se lleva a cabo en Bahía Blanca contra el clan Benítez, la familia acusada de haber raptado, violado y torturado a dos chicas durante varios meses en su propia casa, complicó la situación judicial de los tres imputados, ya que una de las víctimas contó detalles del calvario que vivió, mientras que los padres de ambas jóvenes revelaron que los tres sospechosos le negaban información de sus hijas, y que incluso le decían que ellas no estaban en esa vivienda.

Los hermanos Fernando y Gonzalo Benítez, y su madre Nélida Llanos están sentados en el banquillo de los acusados luego de haber sido denunciados en marzo de 2018 por haber raptado y torturado a dos mujeres jóvenes durante meses.

Aunque el principal acusado es Fernando, por los delitos de tentativa de homicidio, abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y privación ilegal de la libertad; los otros dos implicados están sospechados de ser partícipes necesarios en la acción de mantener retenidas a las jóvenes.

De este modo, tanto Llanos como su hijo Gonzalo lograron llegar al juicio en libertad, mientras que el joven de 27 años quedó apresado desde el momento en que las víctimas contaron todo, sobre todo porque ya tenía una causa previa por violencia de género en la que había sido condenado con una pena de ejecución condicional que terminará de cumplir en 2019.

A pesar de que Llanos y Gonzalo niegan haber sabido que Fernando maltrataba mujeres en la casa, y que las tenía cautivas en una habitación, este martes las familias de ambas víctimas desmintieron su relato, ya que aseguraron que ellos sabían lo que pasaba y les mentían en la cara.

En diálogo con BigBangViviana Lozano, la abogada de Aldana (una de las víctimas), indicó que "la familia de Aldana contó que tuvo varios intentos para poder tomar contacto con la joven, pero que de parte de Fernando como de Gonzalo hubo negativas constantes".

"Le negaban a la madre información, y Gonzalo le decía que Aldana no estaba en esa casa, y esto era sistemático", explicó la letrada y resaltó que es claro que el hermano de Fernando sabía lo que el joven hacía.

Aunque hay detalles que la abogada prefiere no dar a conocer para cuidar a su clienta, sí confirmó que las familias de ambas jóvenes contaron antes los jueces que las chicas salieron de esa casa con un estado psíquico y físico muy malo, y que la madre y el hermano del principal acusado sabían todo lo que pasaba.

"Las chicas expusieron cicatrices", contó la abogada, debido a que por las terribles agresiones que las víctimas sufrieron, a pesar de haber sido atendidas en el hospitales Municipal y Penna, todavía tienen heridas que se ven a simple vista.

Lee más. Tortura y abuso: el juicio contra el "clan Benítez", acusado de haber mantenido cautivas a dos chicas

Además, de la declaración de los familiares, durante la tarde de este martes finalmente Aldana contó el calvario que vivió ante los magistrados Ricardo GutiérrezHugo Adrián De Rosa y Claudia Fortunatti, y lo hizo también sin la presencia de los tres imputados, quienes a diferencia del lunes, esta vez no se presentaron.

La exposición de la joven se hizo a puertas cerradas ante el Tribunal en lo Criminal N°1 para proteger su intimidad, aunque según Lozano, dentro de su testimonio "hubo detalles muy claros y concretos en relación a los tres imputados y al rol que cumplía cada uno de ellos".

"La saña de Fernando tanto contra ella como con la otra víctima quedó extremadamente clara respecto a las lesiones que le provocaba, con qué elementos y qué les decía mientras las lastimaba. También fue extremadamente claro su relato en relación a los abusos sexuales, al suministro de estupefacientes, a dejarlas encerradas y encadenadas", indicó la letrada.

"No las dejaba bañarse, ni usar el baño. Debían orinar en un balde con tierra, en la pieza. A veces estaban una semana sin comer y de agua les daba una taza por día, la cual debían compartir", denunció Lozada.

Aunque al principio la joven se quebró al contar las primeras situaciones, finalmente juntó fuerzas y durante más de cuatro horas reveló que fue raptada cuando tenía 17 años, y que varios meses estuvo encerrada en una habitación junto a la otra víctima.

"Recordó detalles que nunca había aportado durante el transcurso de la investigación, porque como bien explicó el perito psicólogo ayer, hay recuerdos que son fragmentados y con el tiempo van apareciendo. Seguramente hay cosas que todavía no recordó. Fue muy movilizante para ella, pero pudo hacerlo", sumó la abogada.

Hasta el viernes habrá audiencias, y para mañana se espera que se presenten a declarar los médicos que atendieron a las jóvenes cuando fueron rescatadas, los policías que participaron de la investigación y los allanamientos, y otras dos chicas que sufrieron situaciones previas parecidas.

Cómo fue el rapto

Según la declaración de Andrea y Aldana, las torturas y abusos ocurrieron en una casa ubicada en la calle Güemes al 3700, donde el agresor vivía junto a su madre y su hermano. Las dos jóvenes coincidieron en que se contactaron con Fernando por Facebook, y que después de un tiempo, se pusieron de novios.  Así, llegaron hasta "la casa del horror", como la conocen en Bahía Blanca, y una vez que estuvieron dentro, ninguna pudo salir porque el agresor las amenazaba constantemente con hacerle daño a sus familiares.

En base a lo que pudieron revelar durante la etapa de instrucción de la causa, las dos víctima estuvieron encerradas durante meses al borde la desnutrición, mordidas por perros y con signos de abuso sexual, hasta que a fines de marzo del 2018, Aldana logró escaparse de la vivienda, y finalmente pudo acudir a un familiar, a quien le contó todo.

Por su complicado estado de salud, debió ser trasladada al Hospital Penna, aunque pudo hacer la denuncia, lo que permitió que la policía allanara la casa de los Benítez, y rescataran a Andrea, quien estaba en el patio, también herida.