24 Agosto de 2021 11:10
El jefe de la banda de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, no sólo tenía teléfonos celulares a su disposición sino que en una de las últimas requisas que le realizaron en su celda en el penal federal de Marcos Paz se encontró un teléfono de línea de esa institución.
El hallazgo fue realizado por efectivos de la policía bonaerense después de que los titulares de la Unidad de Flagrancias de Rosario, los fiscales Franco Carbone y Federico Rébola, solicitaran una requisa ante la sospecha de que fue Cantero quien instigó el último ataque armado contra el Centro de Justicia Penal de Rosario hace una semana, precisamente en la víspera del inicio del juicio que lo tiene como acusado de 14 atentados contra magistrados y sedes judiciales, una seguidilla que comenzó en mayo de 2018.
“En las requisas es habitual que se encuentren teléfonos celulares o chips de celulares, pero nunca teléfonos de línea”, explicó una fuente al tanto de la situación. El fiscal Carbone libró oficios al SPF para saber desde cuándo Guille tiene acceso a ese teléfono y encargó un peritaje para conocer las llamadas entrantes y salientes de esa línea.
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En la requisa realizada por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Mercedes, se determinó que dentro de la celda había un teléfono público y dos teléfonos de línea, uno para Cantero y otro para el otro preso, explicaron las fuentes consultadas.La existencia del aparato no constituye una irregularidad porque había sido habilitado en ese y otros pabellones, aunque en el caso de "Guille" estaba colocado en su celda al parecer para uso exclusivo.
Fuentes judiciales afirmaron que Cantero se encuentra en ese penal de máxima seguridad federal bajo el sistema RIF (Resguardo de Integridad Física), que establece un alojamiento monitoreado todo el día, con 23 horas encerrado en su celda y una hora de salida para recreación, pero sin contacto con otros presos. "Guille" está en una celda compartida con otro detenido, de nacionalidad paraguaya.
Para los fiscales Matías Edery, Gastón Ávila, Miguel Moreno y Aníbal Vescovo, el líder de Los Monos empezó a planificar balaceras después de ser condenado en primera instancia a 22 años de prisión por asociación ilícita y asesinatos ocurridos en venganza al crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, por entonces jefe de la banda.
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Refuerzos de seguridad
Los investigadores creen tener frente a sí la reiteración desafiante de un modus operandi: su principal sospecha es que el jefe de Los Monos fue quien ordenó el último ataque al CJP, como una forma de amedrentamiento, ya que iba a ser juzgado allí desde el día siguiente por otros hechos similares.
Los fiscales se toman muy en serio la amenaza que representa la capacidad del clan para insistir con sus ataques armados. El sábado, el fiscal Matías Adery confesó que la noche anterior -el mismo día del inicio del juicio- se puso un chaleco antibalas para bajar a buscar una pizza que había comprado.
“Hace dos años que tengo custodia y uno se va adaptando; por supuesto que no es la situación más cómoda. Hay momentos como este que, por supuesto, la custodia me dijo que mi seguridad tenía que ser más estricta”, confió.