"El límite fue cuando se metieron con mis hijas": habló la mujer torturada por delincuentes

Mónica López, la mujer que pasó una noche de terror el miércoles por la madrugada cuando cinco delincuentes ingresaron a su casa y la torturaron para robarle una suma de dinero que tenían entendido que estaba en su casa del country San Eliseo, de la localidad de Guernica, habló por primera vez para contar el infierno que atravesó tras salir de la clínica a la que ingresó por las lesiones que sufrió.

Según reveló aún muy conmocionada, los agresores le arrancaron las uñas con un alicate mientras además la amenazaban con cortarle la lengua a sus hijas.

“Nos iban a matar, estábamos jugados”, dijo López en declaraciones a la prensa, oportunidad en la que mostró los dedos de sus manos vendados luego de que los delincuentes le arrancaron seis uñas para torturarla. Es que tanto ella como su esposo le decían que no tenían en su casa la suma que ellos les indicaban, pero no les creían.

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“Tengo miedo. Tengo pesadillas. Tuvimos miedo de que nos disparen. El límite fueron mis hijas. Cuando se metieron con las nenas estábamos jugados. Gracias a los que hicimos, ellos se fueron”, agregó luego López. 

En base a su relato, los ladrones en un momento determinado, dado a que no hallaban la suma de dinero que buscaban, dijeron que iban a ir a buscar a una de las gemelas para cortarle la lengua y que así seguro iban a hablar.

Tal como aseguró la víctima del robo, según las filmaciones de las cámaras de seguridad del country San Eliseo, el grupo criminal ingresó a las 22.30 después de cavar un pozo y de cortar parte del cerco perimetral. Varias horas más tarde se acercaron a la casa. “Pido Justicia y que no pase más. Tienen que estar presos. No le puede pasar a nadie más”, sostuvo la mujer.

Además, dijo que por la información que tenían y las cosas a las que hacían mención, está segura de que los ladrones entraron a su casa porque alguien los vendió, aunque en realidad ellos pensaban que en la vivienda había dólares y eso era falso.

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Su marido, el empresario gastronómico Maximiliano Ferrari, contó luego que ella tendrá que volver a la clínica para someterse a otra cirugía debido a que uno de los ladrones le reventó una prótesis mamaria. “Cuando se estaba yendo, uno de ellos se da vuelta, la mira a mi esposa y le tira una patada que le pega de lleno en la mama, por lo que se le reventó una prótesis”, contó.