Marcela Coronel fue asesinada en su casa de Longchamps y, aunque todavía no hay ningún detenido por el crimen, para los investigadores el principal sospechoso es su esposo, Gabriel Guevara, ya que fue el último que estuvo en la vivienda y el único que tenía la llave de la casa.
Ante las acusaciones, el joven de 24 años decidió salir a defenderse y en declaraciones a la prensa, aseguró que piensa que el ataque que sufrió su mujer fue "una entradera" al voleo.
Marcela Coronel fue asesinada en su casa este lunes.
El crimen de la enfermera de 33 años se conoció en las últimas horas, después de que su hija de un año y medio fuera encontrada sola y perdida por un vecino del barrio.
Como no sabía dónde estaba la familia de la nena, el joven decidió sacarle una foto para compartirla en las redes sociales, y al poco tiempo, Guevara apareció en la comisaría para retirar a la niña.
Short con sangre y una manta: las pistas del sangriento crimen de la enfermera asesinada a golpes
Sin embargo, su relato fue poco convincente para la policía, por lo que decidieron que la nena quedara bajo custodia de otro familiar hasta que se resuelva la situación.
El crimen se dio a conocer porque su hija apareció perdida y sola en una plaza de Burzaco.
En este contexto, el marido de la enfermera optó por salir a brindar una explicación de los hechos, y en sus declaraciones dijo que es "normal" que se sospeche de él, porque la puerta de entrada de la vivienda donde asesinaron a Coronel no fue forzada, y él "es el único que tiene la llave de la casa".
Sobre esto, dijo que hace unos meses tuvo problemas con unos traficantes de la zona, a los que denunció ante la policía. "Yo corté ese circuito porque lo denuncié y desde ese momento me empezaron a amenazar. Me decían que me iban a matar a mi y a mi familia”, contó en diálogo con C5N.
Además, el sospechoso declaró que el lunes por la mañana se fue de casa para ir a trabajar, y que antes de salir, le dio un beso a su mujer y a su hija. Cuando se enteró de lo que había pasado, regresó a su hogar y encontró que Coronel había hecho las compras, aunque todas las cosas estaban desparramadas de forma extraña sobre la mesa.
Marcela Coronel era enfermera en el Hospital Italiano.
"Por lo que vi había ido al supermercado", dijo Guevara y agregó que según su parecer, el ataque se produjo luego de una entradera violenta. "Yo estoy a disposición. La Justicia tiene mi teléfono, mis redes. Todo lo que necesiten para investigarme y las veces que sea necesario que hable, lo haré. Ahora estoy acá para acompañar a mi familia", dijo por último.
A pesar de su defensa, en las últimas horas los investigadores descubrieron que en la casa de Coronel encontraron un short lleno de sangre metido dentro de un balde con agua, que podría ser de Guevara.
El principal sospechoso por el crimen es su marido.
Además, el joven de 24 años admitió que tenía en su casa un hacha pequeña, que aún no fue encontrada y que se presume podría ser el arma homicida.
Según se supo, Marcela Coronel era enfermera del Hospital Italiano y vivía con su marido desde hacía cuatro años en una casa ubicada en la calle Roberto Arlt al 3700, en Longchamps. Allí mismo, en un galpón ubicado detrás de la casa, la mujer de 33 años fue encontrada sin vida, envuelta en una frazada.