31 Agosto de 2017 08:34
A casi un mes del hallazgo sin vida de la adolescente Anahí Benítez, la causa mantiene un gran enigma y misterio que no encuentran resolución. Por ahora, hay dos detenidos y todas las pruebas apuntan hacia ellos, aunque ambos aseguran que no se conocen. A quienes apunta la Justicia, cuáles son las pruebas y cómo sigue el expediente.
Una serie de estudios de laboratorio confirmaron esta semana que la adolescente de 16 años fue violada antes de ser asesinada. De acuerdo a los perfiles genéticos, el principal sospechoso es Marcelo Villalba, uno de los dos detenidos, quien en una primera instancia era acusado por encubrimiento agravado, aunque ahora lo acusan por abuso sexual.
La joven permaneció desaparecida varios antes de ser hallada sin vida.
Villalba era el hombre que tenía en sus manos el teléfono que le había desaparecido a Anahí. En su primera declaración, aseguró que encontró el teléfono y que su hermano lo ayudó a desbloquearlo. Sin embargo, la Justicia tuvo dudas desde el principio: el hombre no pudo aportar datos concretos sobre el lugar en el que lo halló, ni la fecha.
El otro detenido es Marcos Esteban Bazán. Las fiscales creen que Anahí estuvo cautiva en su casa, pero además sospechan que allí fue violada, golpeada y asfixiada hasta la muerte. Luego, habría sido llevada hacia el predio Santa Catalina, donde fue hallada el 4 de agosto.
Marcos Bazán, uno de los sospechosos que es investigado por la Justicia.
La Policía había llegado a Bazán por medio de un perro rastreador de la Dirección de Defensa Civil de Escobar, que marcó la presencia de una huella de olor de Anahí en un galpón situado en su propiedad. En ese operativo, además, se encontraron rastros de la víctima en el trayecto desde la vivienda hasta el lugar donde fue hallado el cuerpo.
Tanto Bazán como Villalba se encuentran detenidos, aunque ambos declararon no conocerse entre ellos. Por eso, el enigma crece en torno a cómo fueron las últimas horas de la joven. Sin embargo, la justicia considera que el asesino no actuó solo y que en el crimen participó al menos una persona más. "Hay que probar que se conocían, sino se demuestra eso, no pueden establecer que hubo una coautoría entre ellos", dijo una fuente del caso.
Por la causa hubo otro detenido, un profesor de matemáticas de la joven, Leonardo Agostino. Sin embargo, el hombre quedó desvinculado, luego de que no se hallaran rastros de la joven en su casa, así como tampoco rastros de él en la propiedad de Bazán.