17 Abril de 2017 13:14
La tarde del martes cuatro de abril, Paula tuvo miedo. Su medio hermano, Sebastián Wagner, había regresado a la casa familiar de Moreno. Hacía siete años que no hablaba con él, después de que la Justicia lo condenara por dos violaciones.
Los gemelos Wagner junto a su media hermana, Paula.
Por esas horas, los medios y la Justicia ya lo señalaban como el principal sospechoso de la desaparición de Micaela García, la joven cuyo paradero se desconocía desde hacía tres días. Paula, que vive en una casilla en el terreno lindero al de su madre, lo vio por la ventana y temió.
Micaela tenía 21 años. Fue violada y estrangulada. Wagner confesó la autoría del crimen.
“Estaba como si nada. Visitó a los vecinos y fue a comprar carne para comer un asado. También es cierto que estaba armado”, reconstruyó la joven en diálogo el diario Elentreríos.
Wagner permanecerá detenido hasta el juicio por una "medida extraordinaria".
Paula también defendió a su padre, Fabián Ehcosor, detenido el jueves seis y acusado de haber escondido a Wagner. “Mi papá no tiene nada que ver. Estaba amenazado por Sebastián y nos quiso cuidar”, explicó.
El violador y femicida al momento de su detención: fue su madre quien lo entregó.
Tras la detención, Wagner se esfumó. Pero regresó dos días después y fue su propia madre, Gabriela, quien se escabulló y lo entregó a las autoridades. “El destino lo hizo volver y yo lo entregué. Sé que esto va a terminar mal. Jamás lo escondí. Lo entregué para que no haya nunca más otra Micaela”, justificó la madre.
Maximiliano, gemelo del femicida, tampoco perdona a su hermana.
"Yo me quedé encerrada en mi casa, me escondí debajo de la cama y esperé a que mi mamá y mi hermano volvieran de avisarle a la policía que Sebastían estaba ahí. Tenía mucho miedo. Desde 2010 que para mí Sebastián dejó de ser mi hermano. Es horrendo todo lo que hizo”, remató Paula, en sintonía con las revelaciones de su otro medio hermano, gemelo del femicida, Maximiliano.
