El origen del carnaval está relacionado a una festividad en la cual se intercambiaban los roles a tal punto de que los hombres se vestían de mujeres y los esclavos emulaban a los amos. Este lunes, primer día de los dos feriados por el evento, algo de eso pudo vivirse en un colectivo de la línea 28, en la parada de la estación Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Allí un colectivero se disfrazó de dueño de la empresa para la que trabaja, cuando salió a amedrentar con una picana eléctrica a una familia que no tenía para pagar el boleto.
La situación se viralizó a partir de un video que circuló por las redes sociales, en los cuales se puede ver el último minuto de una pelea que, según testigos visuales, se inició en los momentos previos. En el registro audiovisual se puede ver cómo un padre de familia es repelido de ir a increpar al chofer, quien lo amenaza con esta arma no letal que llevaba consigo para defensa personal. Además de esta persona, estaban su pareja y un niño no mayor de cinco años.
Si bien es un hecho que la situación social está muy tensa y el aumento de la violencia es una de las representaciones más claras de esta realidad, lo que se ve en el video es una respuesta desmesurada y demasiado amenazante por parte del conductor del micro. Esto no quiere decir que la persona con quien más se enfrentaba se haya amedrentado, ya que tras los primeros chispazos que le arrojaron, volvió a acercarse y escupió al chofer.
"Estamos yendo a trabajar, amigo", se oye a un pasajero exclamar en cuanto la agresión estaba más álgida. Luego se bajó del rodado el niño, asustado por la arremetida del chofer. Enseguida el colectivero salió por la puerta delantera y gritó "eh, oficial" a unos policías que estaban en la parada esa. "¿Te pegó?", le preguntaron estos agentes mientras controlaban la situación.
Según registró Página 12 de Mauro Mamani, uno de los pasajeros que filmó el evento, todo se inició cuando subieron las tres personas y, mientras la mujer y el menor se dirigían al fondo, el hombre inició una conversación con el chofer. "Hola, perdón, pero no tengo para pagar. Me gasté toda la plata en la comida del nene. ¿Puedo viajar gratis, por favor?", le preguntó al colectivero.
Ante la respuesta negativa del trabajador, y una discusión que fue subiendo de tono, el padre de familia se dirigió hacia al fondo para buscar a su pareja e hijo y lanzó al aire la frase "este pelotudo no quiso ayudarme". Antes de ese momento también existieron pasajeros que se ofrecieron a pagar los boletos y evitar que la situación escale, aunque el desenlace violento de la historia pareció inevitable.
"Vení, gil, que te cag... a piñas y te dejo muerto en el piso", amenazó el padre de familia antes de que las cámaras registraran la pelea y las amenazas con el arma no letal del chofer. La pareja de él tampoco se quedó atrás, tal cual puede verse en el video y también fue temperamental y agresiva para reclamarle al colectivero su falta de empatía.
Es un hecho que quienes trabajan cumplen reglas que los superan. Aunque también es cierto que no existe una norma que establezca que haya que defender estas cosas con violencia y amenazas con armas muchas veces consideradas elementos de tortura. El ajuste sobre quienes menos tienen, promete más escenas de este tipo.