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El "negocio" en el Güemes: "Comercian fotos de mujeres desnudas en el quirófano"

Raquel Hermida Leyenda, abogada de las víctima de abuso sexual en ese Sanatorio, reveló que los casos van desde los 15 a los 58 años y que comenzaron en el año 2002.

por Alejo Paredes

05 Agosto de 2021 13:38
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Los casos de abuso sexual en el Sanatorio Güemes, ubicado en  Av. Córdoba 3933, estallaron en diciembre del año pasado, cuando una joven de 27 años, casada, madre de una nena y trabajadora esencial, se acercó al nosocomio para someterse a una colecistectomía laparoscópica de urgencia a causa de cálculos biliares que la tenían mal traer, y denunció haber sido violada durante el procedimiento.

Desde entonces, diversas voces comenzaron a alzarse en contra del sanatorio y las acusaciones por abuso sexual se fueron multiplicando con el correr de los meses. De hecho, el último caso fue dado a conocer por este medio el pasado 29 de junio, cuando una mujer de 42 años denunció que fue abusada sexualmente por los profesionales que la atendieron mientras se encontraba inconsciente a causa de la anestesia que le habían administrado.

En aquella oportunidad, tuvo que ser sometida a una operación de urgencia de rodilla producto de un accidente que había sufrido. "No solo había abuso anal y vaginal, sino que habían lesiones, cortes, como si hubieran utilizado elementos dentro de su vagina. Cuando despertó, se encontró con que estaba llena de sangre, con hematomas en la piernas y en la cola, y con un dolor vaginal terrible", le había contado a este sitio la abogada Raquel Hermida Leyenda.

Esta última denuncia quedó radicada en la Comisaría 14A y la causa fue a parar a manos del Juzgado Criminal y Correccional Número 19 a cargo de Diego Slopsk. La víctima ratificó su acusación contra el personal del Sanatorio ante la fiscal Laura Di Pace y, tal y como ocurrió en el caso anterior, por órdenes de la Fiscalía fueron secuestradas las imágenes de la cámara de seguridad. "¡Ellos adulteran las cámaras de Seguridad!", había denunciado Hermida Leyenda.

La abogada sospecha de los anestesistas que actúan en las operaciones dentro del Sanatorio y lógicamente del camillero, Rodrigo, que fue detenido acusado de "abuso sexual doblemente agravado". "Hay novedades en varias de las causas. Hay sorprendentemente una actitud de la justicia de no investigar, de quedarse solamente con este último detenido, que es el último orejón del tarro y de no investigar a los anestesistas", denunció la letrada.

En diálogo con BigBang, reveló que en breve pedirá la "investigación de cada uno de los anestesistas" que trabajó durante los casos denunciados por las víctimas y la toma de declaración de todas las "víctimas del Sanatorio Güemes" en todas las causas. "Lo que queda claro es que todas las víctimas hablan de la rotura de un camisolín, de malas atenciones y manoseos de parte de un anestesista en cuestión", resaltó la abogada de los casos.

Según explicó, las víctimas relataron y coincidieron en que quedaron "completamente desnudas" en el quirófano antes de ser atendidas por el cirujano. "Además, el imputado, el único detenido en la causa, reveló que hay un comercio de fotos de mujeres desnudas en el quirófano, que incluyen niñas, adolescentes, mujeres adultas y de tercera edad", detalló.

De acuerdo con Hermida Leyenda, una de las víctimas, de nombre María, advirtió que el camillero le sacaba fotos a una mujer de 80 años luego de quitarle el camisolín. Los casos son muy tristes. A una nena de 15 años le rompieron su himen terriblemente al violarla. "Otra mujer, de 40 años y que no tenía relaciones sexuales por una cuestión de duelo, hoy está presa de una enfermedad de transmisión sexual contraída por el abuso", detalló.

Y agregó: "También hay un caso de una mujer en situación de menopausia que fue desgarrada por el abuso. ¡Es terrible todo lo que ocurrió! Hay una sospecha de que el Sanatorio hacía la vista gorda con respecto a los temas sexuales, porque los casos empiezan en 2002 y llegan a este año. ¡Es muy triste! Las víctimas van desde los 15 a los 58 años".

El pasado 29 de junio, una mujer de 42 años aseguró haber sido abusada "anal y vaginalmente" mientras estaba inconsciente en el quirófano. Al darse cuenta que sangraba y que tenía cortes en la zona genital, optó por llamar a su abogado desde la habitación del Sanatorio, quien le aconsejó llamar al 911. "Los médicos legistas certificaron que no solo había abuso anal y vaginal, sino que había lesiones de índole cortopunzante", había contado Hermida Leyenda.

Según le indicó a BigBang, la mujer salió de terapia intensiva y cuando despertó en su habitación, "se encontró con que estaba llena de sangre, con hematomas en la piernas y en la cola, y con un dolor vaginal terrible". A raíz de este caso, quien se animó a romper el silencio y contar el calvario que padeció en ese nosocomio fue Noelia, la mujer de 27 años que denunció haber sido violada dentro del Sanatorio en agosto del año pasado.

La trabajadora esencial había llegado al Sanatorio Güemes para someterse a una colecistectomía laparoscópica de urgencia debido a la gravedad de su cuadro de salud: sufría frecuentes dolores y cólicos biliares que iban empeorando cada día. Si bien el hecho ocurrió en agosto del año pasado, recién trascendió el último diciembre cuando el caso fue agarrado por Hermida Leyenda.

La abogada decidió que la causa cobre estado público después de que la clínica "aportara pruebas erróneas y ocultara otras". "Es un abuso sexual muy grosero que se llevó a cabo en el quirófano del Sanatorio Güemes, con ella dormida. Es gravemente ultrrajante", aseguró la letrada. Hasta el momento, según denunció la abogada, el sanatorio no entregó las verdaderas imágenes de la intervención quirúrgica y aportó informes falsos de aquel día. 

La causa de Noelía quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 23, pero Hermida Leyenda denunció que el fiscal Marcelo Retes tiene el caso "parado" por su propia "conveniencia". "Voy a intentar juntar las causas. Tiene todo parado. Pedí el año pasado una restricción perimetral y me contestó a los seis meses. Un fiscal de investigación no puede estar haciendo home office porque es el que debe hacer los allanamientos", sostuvo.

El hospital Ramos Mejía comprobó la existencia del "abuso sexual" en Noelia, quien después de la operación notó marcas de golpes en sus zonas íntimas del cuerpo: "Tenía en la cola las marcas de dos manos de hombres, de tamaños diferentes".
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