13 Septiembre de 2022 09:50
El acusado de matar a sus padres en el doble crimen de Vicente López, Martín Santiago del Río, escribió una carta de puño y letra desde la cárcel, donde está detenido por el crimen. En el escrito, aseguró que es inocente y que no tuvo nada que ver con el brutal hecho.
“Hola, soy Martín Santiago del Rio. Lo primero que quiero decir es que soy inocente. Me mataron a mis padres. Amé, amo y amaré toda mi vida a mis padres, Quique y Mecha. Fueron las personas que me criaron, me cuidaron siempre en las buenas y en las malas”, comenzó.
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"Mi padre tenía varias empresas de seguridad y limpieza y algunos garajes en Capital. Yo arranco en el negocio de los garajes aprendiendo de él todo el tiempo. Trabajando con ellos nuestra relación creció a niveles únicos. Éramos súper compinches en todo. Sume mucha experiencia de él y de mi madre. Siempre súper trabajadores. Únicos. La familia y el negocio eran lo más importante”, puntualizó.
“Desde los 19 años estoy de novio y casado con la persona más maravillosa del mundo, Cecilia”, definió el acusado, tratando de despejar las dudas respecto a su amante. También le mandó unas palabras a su hijos: “Los amo y ustedes sabe quién es su padre y cuánto amaba a sus abuelos”.
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“Diego, hermano querido, solo decirte que te amo. En mi vida hubiese hecho una cosa así. Nunca. Viejos los amo y los voy a amar toda la vida. Gracias viejitos amados. Voy a luchar para saber qué les pasó. Soy inocente. Me mataron a mis padres”, concluyó.Martín del Río fue detenido el miércoles pasado como autor de un presunto doble parricidio, y quedó imputado por "doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa y por el uso de arma de fuego". Su aprehensión llegó apenas horas después de que la Justicia dejara en libertad a la empleada doméstica apresada por el hecho, a quien se la acusó inicialmente de haber entregado a sus patrones a los criminales.
Lo cierto es que ahora los fiscales creen que fue el hijo menor quien, el 24 de agosto último por la tarde, llegó a la casona de la calle Melo al 1100 de Vicente López, que con alguna excusa convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera de la propiedad y que desde el asiento trasero los ejecutó.