18 Noviembre de 2021 17:05
Muerte cerebral. Lucas González, el futbolista de 17 años que jugaba en las inferiors de Barracas Central y el miércoles por la mañana recibió dos disparos en la cabeza por parte de un efectivo de la Policía de la Ciudad, falleció en horas de la tarde.
Cinthia, la mamá del joven, denunció a la fuerza que conduce Marcelo D'Alessandro que se trató de un caso de “gatillo fácil” y denunció que los efectivos de la policía porteña no sólo “tiraron a matar”, sino que además luego le plantaron un arma de fuego en el auto para simular un enfrentamiento.
Tiene muerte cerebral el jugador de Barracas baleado por policías: "El daño es irreversible"
“Es un caso de 'gatillo fácil' porque no pueden sacar un arma y dispararle a unos pibes. Tiraron a matármelo. Esa gente (por los efectivos policiales de la Ciudad) no está capacitada para andar con un arma”, denunció la madre en diálogo con la agencia de noticias Télam.
Consultada antes del fallecimiento sobre el estado de salud del adolescente de 17 años, la mujer confirmó con pesar: “No hay esperanza, no tiene signos vitales, está muy mal. Hay que esperar, está en manos de Dios”. El joven se encuentraba internado en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, con “ventilación mecánica” y “medidas de soporte vital”, de acuerdo al último parte emitido en horas del mediodía.
El joven fue baleado después de que la Policía porteña interceptara el auto en el que se trasladaba junto a tres amigos, quienes se habían probado ese mismo día en el club. Al momento, el expediente está caratulado como “averiguación de ilícito” y los tres amigos de la víctima, que fueron demorados en el lugar del asesinato, fueron liberados y citados a declarar en las próximas horas.
La Oficina de Transparencia y Control Externo inició un sumario administrativo contra los tres agentes que participaron del hecho: "Mediante esta medida se los desafectó de la función operativa y se los pasó a disponibilidad. Ahora esperamos qué es lo que determinará la Justicia".
En las últimas horas se conoció el audio que uno de los efectivos envió al control central: "Notamos un auto que realizaba maniobras zigzagueantes. A la altura de Vélez Sarsfield intentamos frenarlos, pero coliciona al chofer y al suscripto. Y así, bueno, continúa el procedimiento". Los jóvenes acababan de sufrir un robo y escapaban de los ladrones. El arma del que habla el parte de los efectivos era de juguete y se encontró horas después en el baúl del auto.