El nombre de Brian Alejandro Velázquez recorrió todos los medios de comunicación la semana pasada, cuando le sacó el Citroën C4 blanco a sus padres, evadió un control, chocó una camioneta, condujo a contramano en la 9 de Julio y se estrelló contra el Metrobus con 1.34 puntos de alcohol en sangre sin tener licencia de conducir.
A exactamente una semana de aquel dramático e imprudente hecho, el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N° 31 de la Ciudad de Buenos Aires le dictó la prisión preventiva. La decisión fue tomada por la jueza Susana Parada, a pedido del titular de la Fiscalía N° 12 de este mismo fuero, Sebastián Fedullo, quien imputó al sospechoso por el delito de desobediencia.
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Lo cierto es que el joven de 23 años tenía una orden de captura por haberse fugado de la cárcel de Batán hace más de un año. Velázquez había sido condenado a siete años de prisión en 2017 por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Mar del Plata por robo agravado, y ahora se encuentra a disposición tanto de la Justicia porteña como la de la ciudad balnearia.El momento que lo catapultó a la fama ocurrió a las 8:45 del 27 de abril, cuando varios agentes de Tránsito de la Ciudad de Buenos Aires detectaron a un Citroën C4 blanco que doblaba en infracción, en la esquina de la avenida 9 de Julio y Tucumán, frente al Teatro Colón, en pleno centro porteño.
Las cámaras de seguridad de la zona registraron el momento en que dos agentes a bordo de sus respectivas motos le dieron persecución hasta el semáforo de Carlos Pellegrini. Allí lograron cercarlo e identificarlo para controlar su documentación e indicarle la infracción que había cometido. Fue entonces que descubrieron que se trataba de un joven de 23 años en aparente estado de ebriedad y que ni siquiera contaba con la licencia para conducir.
Espantado por la situación, Velázquez no tuvo mejor idea que chocar una de las motos, subirse a la vereda y cruzar hacia la avenida, impactando en el proceso contra una camioneta Ford EcoSport, para eludir el control. Una vez más, se originó una nueva persecución, esta vez sobre la 9 de Julio: en las imágenes se puede ver como el Citroën gira hacia la izquierda y avanza en contramano haciendo zig-zag a alta velocidad.
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Fue tal la desesperación por huir del lugar y no volver a ser detenido, que el joven ingresó al carril del Metrobus, donde chocó con una estructura de cemento. Al bajarse del auto, intentó escapar a pie cruzando toda la avenida, poniendo en riesgo su propia vida, pero fue interceptado por efectivos de la Comisaría Vecinal 1B que siguieron la secuencia en las cámaras del Centro de Monitoreo Urbano.Una vez detenido, recibió la asistencia médica del SAME tras el choque por un traumatismo y quedó a disposición del fiscal Sebastián Fedullo, a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 12, que lo imputó por los delitos de atentado y resistencia a la autoridad. El control de alcoholemia terminó arrojando 1.34 puntos de alcohol en sangre.