03 Septiembre de 2018 09:15
“Yo lo voté, me parece un hombre admirable”. Estas fueron las palabras de José "Turco" Ahmed, líder e integrante de la Banda de los comisarios, que un día como hoy, pero 27 años atrás, secuestró a Mauricio Macri. Aquella madrugada del 24 de agosto de 1991 fue, sin lugar a dudas, una de las jornadas más oscuras del hoy presidente.
El ex comisario José Ahmed. Foto: Enrique García Medina.
Macri fue secuestrado el sábado 24 de agosto de 1991 a las 1.15 de la madrugada. Estuvo cautivo durante 12 días hasta que fue liberado tras el pago de seis millones de dólares. Por aquel entonces, Mauricio sólo era conocido por ser el vicepresidente de SOCMA y el hijo de Franco Macri.
“Me interceptaron, me sacaron la ropa y me metieron dentro de un ataúd, ahí empezó todo", había contado el presidente sentado en la mesa de Mirtha Legrand. Mientras comía algunas delicias por la pantalla de El Trece, reveló que había sido una experiencia horrenda porque "se sufría” de ambos lados: la expectativa de la familia y la incertidumbre del secuestrado.
Esa noche, Macri andaba algo distraído de camino a su casa, en Tagle 2804, cuando una trompada lo sorprendió. Eran tres los delincuentes que se lo llevaron. Uno lo tomó del cuello y lo empujó hacía el interior de una camioneta Volkswagen blanca en la que lo esperaba un féretro. Fue desvestido, maniatado con alambres y cinta adhesiva, y obligado a meterse en el ataúd.
Durante el traslado, uno de los delincuentes se sentó arriba del cajón donde estaba, casi sin poder respirar, Macri. Al llegar a una casona de Garay 2882, el ex presidente de Boca fue llevado al sótano y encerrado en una habitación oscura de 3×3 metros apodada "la caja". Fue en ese lugar en el que pasó casi dos semanas cautivo y encadenado al lado de un inodoro químico.
Esta escena, digna de una película de suspenso o un policial, no impidió que el mandatario genere cierta "amistad" o relación con el captor encargado de vigilarlo: Mario. "Se asomaba por el hueco por donde me pasaban la comida y charlaba conmigo a las dos de la mañana, me contaba que era hincha de Boca. Yo le conté que mi sueño era ser presidente de Boca”, explicó.
Lugar donde estuvo cautivo.
Y continuó: “Cuando mi padre pagó el rescate, fue mi peor momento porque no sabía si me iban a matar y debatían qué iban a hacer conmigo. Y Mario venía y me decía: 'Tranquilo que yo te estoy defendiendo'". Para Macri, fue la relación que formó con Mario la que lo salvó.
“Aproveché la relación que había logrado con Mario y le pedí que pensaran que mi padre iba a perder la esperanza y no sobreviviría hasta el martes. Y que así no tendría sentido salir. Mario se fue y volvió para decirme 'lo hablé con los muchachos y decidimos que te vayas mañana”, contó.
Mauricio Macri, horas después de haber recuperado la libertad.
Fue el 5 de septiembre de 1991 a las 21.30, cuando uno de sus secuestradores entró a la habitación, lo vendó, le dio ropa, le quitó la cadena y, esta vez, lo metió en el baúl de un Dodge 1500. Allí, el actual presidente estuvo 45 largos minutos hasta que el vehículo se detuvo.
Macri siempre sostuvo que su principal temor era hacia la muerte, no estaba seguro que lo dejen partir, simplemente contó que se dedicó a rezar hasta que el propio Mario lo ayudó a salir del baúl, le dio algo de plata para que se pudiera tomar un taxi y le explicó la situación.
El hoy presidente estuvo 12 días encadenado en un sótano.
El ex jefe de gobierno porteño era libre, con algunas condiciones, pero libre. Mario le enseñó a quitarse los nudos de las manos y le aclaró que solo podía sacarse la venda de los ojos una vez que ellos se fueran. Fue entonces que Macri comenzó a caminar en dirección opuesta al auto de sus captores, desató los nudos con sus dientes y espero sentado a un taxi.
Lo dejaron cerca de la cancha del Deportivo Español, en un descampado de la autopista Riccheri y Dellepiane. "Le pedí al taxista que me llevara a Florida y Paraguay, cerca de mi oficina. Desde allí llamé y me atendió mi hermano y le dije dónde estaba para que me vinieran a buscar", precisó el presidente en una nota días después de su liberación.
Macri fue liberado el 5 de septiembre de 1991.
Por el secuestro, José Ahmed fue condenado en 2001 a reclusión perpetua por el juez Canicoba Corral. Su captura se produjo a los tres meses de finalizado el secuestro del entonces empresario, hoy convertido en presidente de la Nación. Por lo que hasta la sentencia del magistrado, Ahmed ya llevaba casi diez años en prisión.
Pero en 2004, el fallo fue revisado por la Sala I de la Cámara Federal, que redujo su pena a 25 años de cárcel. El 2x1 benefició al captor, que fue liberado varios años atrás. Fue el año pasado que Ahmed confesó que durante las elecciones presidenciales votó por el líder de Cambiemos, aquel que años atrás mantuvo encerrado en un sótano.
Luego de ser liberado se dedicó a estudiar: se graduó de abogado y hoy está recibido, tal como figura en el sitio del Colegio Público de Abogados. Otros de los condenados fue el ex sargento primero Juan Carlos “Pelado” Bayarri, quien tras pasar trece años preso fue absuelto por sufrir torturas a manos de comisarios para incriminarse en 1991 con una falsa confesión.
Por el secuestro, siete ex policías fueron condenados en 2001 a penas de hasta reclusión perpetua, mientras que otros como Carlos “Pocho” Benítez, Ramón "Mario" Avalos, Héctor Ferer y Raúl González recibieron penas menores.