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El sospechoso de degollar a Nadia Arrieta en su negocio irá a juicio acusado de femicidio

Néstor Maximiliano Montiel atacó a la víctima mientras estaba en su negocio de Villa Tesei.

12 Diciembre de 2018 16:48
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Nadia Arrieta fue degollada hace nueve meses en la localidad de Villa Tesei, después de que Néstor Maximiliano Montiel entrara a su negocio con la excusa de comprar algo en el comercio.

En ese mismo lugar el sospechoso atacó a Arrieta y dejó su cuerpo abandonado sin vida, por lo que el acusado irá a juicio en marzo del año próximo, después de haber sido capturado por cámaras de seguridad mientras huía de la escena del crimen.

Nadie Arrieta fue degollada en su negocio de Villa Tesei.

Según revelaron fuentes judiciales, la causa fue elevada a juicio por el fiscal de Morón Mario Ferrario y el debate será ante Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de ese mismo departamento judicial.

Aunque una de las probabilidades era que el debate ocurriera con jurados, finalmente el acusado decidió rechazar esta opción en la audiencia preliminar, por lo que finalmente Montiel será juzgado por Carlos Roberto Torti, Rodolfo Castañares y Pedro Rodríguez.

Por esto mismo, el TOC 4 de Morón ya fijó como fechas de debate los días 11, 12 y 13 de marzo del año próximo, y según requirió el fiscal de la causa, el peluquero será juzgado por “homicidio calificado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”, un delito que prevé como única pena la prisión perpetua.

El acusado podría ser penado con la prisión perpetua.

A pesar de que las pericias realizadas en el cuerpo de Arrieta no determinaron que haya existido una violación, la principal hipótesis de Ferrario es que Montiel fue hasta el negocio de la víctima para atacarla sexualmente.

Según su lineamiento, cerca de las 12.45 del 1° de marzo pasado, Montiel ingresó al local comercial "NyB" que atendía la víctima en avenida Pedro Díaz 596 de Villa Tesei, partido de Hurlingham, para llevar a cabo “un ataque contra la integridad sexual de Arrieta, mediante un desnudamiento forzoso y violento”.

 

Además, en su argumentación el fiscal sumó que el acusado maniató y amordazó a la víctima “reduciendo así toda posibilidad de defensa, mediando así las circunstancias de violencia de género, con el claro designio de causarle la muerte”.

Finalmente, el representante del Ministerio Público Fiscal indicó que para llevar a cabo "su propósito mortal”, Montiel usó “un arma blanca” con la que “le efectuó a Arrieta un corte de unos 15 centímetros en la región anterior y lateral derecho del cuello".

El terrible hecho ocurrió el primero de marzo de este año, y durante cinco días el sospechoso estuvo prófugo, hasta que logró ser identificado por unas cámaras de seguridad que lo enfocaron en el lugar, lo que permitió que fuera detenido en Sarandí cuando el supuesto asesino pretendía encontrarse con su novia.

 

También declaró un comerciante de la zona, quien aseguró que vio al acusado dentro del negocio de Nadia Arrieta el mismo día que la fallecida fue atacada.

Del mismo modo, otra de las pruebas que incriminan a Montiel es una huella dactilar hallada en una lata dentro del negocio, la cual se pudo detectar gracias al sistema AFIS, la base de datos de improntas dactilares de personas con antecedentes.

Una vez que fue apresado el acusado, la policía hizo allanamientos en su vivienda, donde encontraron una mochila de Montiel con un cuchillo con mango de madera, con el que se cree que mató a la joven, y un juego de llaves de la víctima.

Montiel tenía antecedentes penales.

Montiel tenía antecedentes penales al momento de cometer el crimen, ya que el detenido gozaba de libertad condicional tras una condena a 18 años de cárcel por "tentativa de homicidio, abuso sexual, robo y privación de la libertad agravada", cometido el 5 de octubre de 2001 contra cuatro integrantes de su propia familia.

Aunque en 2012 fue beneficiado con salidas transitorias, el 20 de octubre de 2014 la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Morón hizo lugar a la libertad condicional, a pesar de que la jueza de Ejecución Penal 2 de Morón, Laura Conti, se la había negado anteriormente al advertir "el extremo peligro social" que podía representar.

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