De 1982 a 1985, el sótano de la casa de San Isidro de la familia Puccio fue una prisión siniestra. Por allí desfilaron las víctimas del clan que secuestró y mató con impunidad. “Ahí sólo guardaba botellas de vino y herramientas”, dijo Arquímedes Puccio, el líder de la banda, aunque en agosto de 1985 la Policía encontró en el sótano, encadenada y en estado deplorable, a la empresaria Nélida Bollini de Prado. La mujer estuvo 33 días en ese sótano.
A 30 años de los secuestros que conmovieron al país, y en medio de una insólita Pucciomanía que incluye una película, una serie y un libro, BigBang te muestra en exclusiva un video del sótano de la familia, registrado antes de que la casa volviera a alquilarse. “La casa se ofreció a menos precio porque nadie quería vivir ahí cuando se enteraban que ahí vivieron los Puccio”, dijo un vecino de la casa situada en 25 de Mayo y Martín y Omar.
Arquímedes Rafael Puccio fue detenido en 1985. Murió hace dos años.
Según puede verse en el video al que tuvo acceso BigBang, el sótano no cambió en comparación con los años siniestros del clan. Incluso quedaron las marcas de las cadenas con las que tenían presos a las víctimas.
En septiembre se estrenará “Historia de un Clan”, la miniserie producida por Underground para Telefe.
Alejandro Awada y Celilia Roth, los protagonistas de la serie.
En agosto se espera el anunciado estreno de El Clan, la película de Trapero.
Guillermo Francella encarna al malvado Puccio.
El 23 de agosto de 1985, Arquímedes fue detenido con sus cómplices, entre ellos sus hijos Daniel
“Maguila” y Alejandro, talentoso wing
tres cuartos del CASI, un tradicional equipo de rugby
de San Isidro, y ex jugador de Los Pumas. Alejandro murió hace cinco años y Daniel
estaría fuera del país.
Puccio en General Pico, donde vivió sus últimos años. Foto: Nacho Sánchez.
Los vecinos creían que la familia era inocente. No podía ser que el señor Puccio, que los domingos iba a misa vestido de traje, hubiera arrastrado a los suyos al delito. Sintieron horror cuando se comprobó que entre 1982 y 1985, los Puccio habían secuestrado y matado a los empresarios Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet y Emilio Naum.