El sacerdote Eduardo Lorenzo, acusado de haber abusado al menos cinco niños, se suicidó de un disparo este lunes a la noche en la sede de Caritas de la localidad de La Plata, donde actualmente vivía. El hecho fue descubierto después de que la jueza que lo investigaba librara una orden de detención en su contra, en la causa donde se lo acusaba de haber agredido sexualmente a varios menores de edad.

La fiscal a cargo de la investigación era Ana Medina, titular de la UFI N° 1, quien pidió la detención del sacerdote a la magistrada Marcela Garmendia, después de haber tenido acceso a la pericia psicológica a la que el religioso se había sometido hacía algunas semanas.

Al ver los resultados, la fiscal pidió que fuera apresado, por lo que, tras analizar el informe, la jueza ordenó su detención, aunque su defensa presentó un recurso para evitar la maniobra. De este modo, Garmedia rechazó la estrategia del abogado defensor, por lo que el letrado del cura apeló a la Cámara, y hasta el momento del suicidio, no se había resuelto aún la detención.

Entre otras cosas, el informe psicológico de la Oficina Pericial Forense bonaerense realizado a Eduardo Lorenzo concluyó que el imputado tenía “rasgos psicopáticos, perversos, narcisistas y obsesivos”. El extenso informe fue desarrollado por las peritos Ayelén Rodríguez, Verónica Acevedo y Paula Lambertini, quienes encontraron a Lorenzo con una “organización psíquica compleja” y con una imagen de sí mismo “grandilocuente, que encubre una estructura psicopática perversa de la personalidad”.

A raíz de esta información, y luego de la orden de detención librada por la jueza, el sacerdote se quitó la vida de un disparo en la sede de caritas de La Plata, ubicada en la calle 4, entre 49 y 50, y fue hallado horas después por personal policial, quienes lo encontraron "tendido en el suelo, con posibles manchas hemáticas y, a un costado, un arma de fuego", según el parte policial.

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Las denuncias contra el sacerdote

El cura Lorenzo fue denunciado en 2008 por cinco jóvenes que lo acusaron de haber sido abusados sexualmente por él en los últimos 30 años, pero la investigación fue rápidamente archivada sin siquiera citar a declarar a las víctimas.

Sin embargo, en marzo de este año el abogado Juan Pablo Gallego se hizo cargo de al defensa de los denunciantes y solicitó que se vuelva a activar la causa, pedido que fue bien recibido por Héctor Ernesto Vogliolo, Fiscal General de La Plata.

Quién era Lorenzo

Según indicaron en Infobae, en la pericia psicológica el sacerdote Lorenzo contó que su mamá murió cuando él tenía siete años y que, como su papá trabajaba muchas horas, se tuvo que ir a vivir con sus abuelos paternos. Siete años más tarde su padre formó una nueva familia, con una pareja a la que él vio como una segunda mamá, y que le dio un hermano.

Además, reveló que tuvo una vida familiar social activa, ya que jugó al tenis y al rugby hasta que la novia de su padre se suicidó producto de una enorme depresión.

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Lorenzo estudió en colegio religioso e hizo amigos, con quienes salía y se divertía. Sin embargo, empezó a tener interés por la vida religiosa a los 15 años, cuando se unió al movimiento “Mallines”, que hacía trabajos sociales en barrios pobres, algo que él mismo admitió que le cambió la vida.

A los 16, conoció el amor de pareja, se puso de novio y llegó a dudar de su vocación. Sin embargo, habló con un sacerdote que era su director espiritual y este le dijo que se tomara un tiempo para elegir. Finalmente, a los 20 ingresó en el seminario San José, y desde entonces dedicó su vida al servicio de Dios.

La defensa del arzobispado

El arzobispo de la ciudad de La Plata, Víctor Manuel Fernández, lamentó la muerte del sacerdote, y afirmó que "se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento". "El mismo Señor nos ayudará a comprender algo en medio de este misterio oscuro, y nos enseñará algo aún a través de este dolor. Los abrazo a todos con afecto en Cristo", afirmó Fernández en una nota publicada en la web del Arzobispado de la capital de la provincia de Buenos Aires.

En la misiva, dirigida a los fieles el arzobispo remarcó que Lorenzo "se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento", por lo además pidió a los católicos "unirnos en oración por él para que el Dios de la vida lo reciba en el amor infinito".

El comunicado de las víctimas

La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina consideró en las últimas horas que la muerte del sacerdote "no repara el daño" del abuso sexual que cometió con menores y adolescentes. "La muerte de Lorenzo confirma que los sobrevivientes dijeron y dicen siempre la verdad", explicaron y apuntaron que "aún en esta situación, las únicas víctimas son los sobrevivientes del cura".

Además, destacaron que "el protagonismo y la impronta de espectacularidad que tuvo su presencia en los medios en este último año, continúa ahora con su suicidio", criticaron la "dilación de la Justicia" y analizaron que "las maniobras de su defensa permitió que permaneciera libre a pesar del pedido de prisión".

Para la Red de Sobrevivientes, "el cura llevó a cabo un acto final a la medida de las características señaladas en la pericia realizada por la Asesoría Pericial de La Plata", entre las que destacaron que el párroco expresó haberse hecho cura para ayudar, y no para mostrarse derrumbado.