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Una fuga ciega y mortal

El último adiós a Sofía: despiden a la menor asesinada por delincuentes mientras la mamá lucha por su vida

Natalia Heinzenrreder está en coma farmacológico con múltiples lesiones en el Hospital Municipal de Trauma y Emergencias Dr. Federico Abete.

31 Marzo de 2025 09:00
Los delincuentes embistieron a la pequeña antes de volcar.

El dolor inunda las calles de Pablo Nogués. Este lunes, en la sala velatoria municipal del cementerio de Grand Bourg, familiares, amigos y vecinos despiden a Sofía Soledad Hildebrandt, la beba de apenas 11 meses que perdió la vida en un brutal episodio de violencia e impunidad. La pequeña Sofía no tuvo oportunidad de sobrevivir. "Les agradecemos su presencia y apoyo. Que en paz descanse Sofía", expresaron los familiares de la pequeña, quien se convirtió en una víctima inocente de la violencia descontrolada que azota la región. Su corta vida se apagó el viernes 28 de marzo, cuando fue embestida junto a su madre, Natalia Heinzenrreder, de 41 años, por un grupo de delincuentes que escapaban de la policía tras cometer una entradera en Tigre.

La menor iba junto a su mamá, Natalia Heinzenrreder

La persecución terminó en un caos absoluto: un choque, disparos y la tragedia de una familia destrozada para siempre. Mientras la comunidad se reúne para dar su último adiós a Sofía, su madre lucha por su vida en terapia intensiva. El último parte médico indica que su estado sigue siendo reservado tras una cirugía de urgencia para descomprimir su cráneo, golpeado por el impacto. Su pronóstico es incierto, su destino, una incógnita.

Los criminales huían a toda velocidad, dejando tras de sí un rastro de terror. Después de intercambiar disparos con la policía y herir a un motociclista en su frenesí de escape, su vehículo terminó volcando. En ese instante fatal, ambas fueron embestidas por el vehículo: la vida de Sofía se apagó en cuestión de segundos. Su madre, Natalia, fue trasladada de urgencia con múltiples fracturas y un trauma craneal severo.

Realizan el velatorio de la beba asesinada por delincuentes en Pablo Nogués

La brutalidad del hecho y su desenlace han despertado la furia de la comunidad. "No puede ser que esto siga pasando", dijo entre lágrimas un vecino que asistió al velorio de la menor. "Nos arrebataron una vida inocente y la justicia siempre llega tarde". Sofía murió camino al hospital tras sufrir cinco paros cardiorrespiratorios. Su mamá, gravemente herida, lucha por su vida en coma farmacológico en el Hospital Municipal de Trauma y Emergencias Dr. Federico Abete.

Sofía Soledad Hildebrandt, la beba de apenas 11 meses

El parte médico del domingo revela la gravedad de su situación: traumatismo de cráneo severo, lesiones pulmonares y fracturas en la muñeca y el tobillo. Fue sometida a una craniectomía descompresiva tras detectarse hipertensión endocraneana, y su evolución es incierta. Su familia, destrozada, clama por justicia mientras se aferra a una esperanza mínima de recuperación. La Policía Bonaerense actuó con rapidez: Rodrigo Moreyra, de 35 años, fue detenido en el lugar del choque, malherido y sin escapatoria. Días después, Cristian Barraza, de 25, fue capturado mientras trabajaba como "trapito" en las inmediaciones del estadio Monumental. 

Natalia Heinzenrreder se encuentra en coma con múltiples lesiones.

Su actitud ante el fiscal José Amallo fue fría y desafiante. "Yo no tuve nada que ver", dijo, intentando desvincularse del crimen. Sus palabras, carentes de emoción, no convencieron a nadie. Con antecedentes por robo calificado y vinculaciones con la Ley de Estupefacientes, intentó desligarse del crimen en su declaración ante el fiscal, alegando que no participó del asalto y que estaba en otro lugar. Sin embargo, su coartada es débil y las autoridades continúan investigando su verdadera implicación. Aún queda un tercer sospechoso prófugo, y la Policía Bonaerense trabaja intensamente para dar con su paradero.

Por el crimen ya hay dos detenidos

Mientras la investigación avanza y la Justicia intenta esclarecer los hechos, la comunidad de Pablo Nogués se alza en un reclamo unísono: que los responsables reciban el castigo que merecen. "Mi hija quería vivir", exclamó entre lágrimas el padre de Sofía, quien enfrenta la pérdida irreparable de su pequeña y la angustia de no saber cuál será el destino de su esposa. El dolor es profundo, la indignación es creciente y la demanda de justicia es impostergable.