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Encorvado, sin decir una palabra, con chaleco antibalas y esposado. Así salió esta mañana Carlos Eduardo Robledo Puch de la Asesoría Pericial de San Isidro, donde le hicieron estudios psicológicos. "¿Carlos, estás arrepentido?", le preguntó el periodista Martín Rojas, pero el hombre que en 1972 mató a once personas por la espalda o mientras dormía no quiso responder.
Robledo, durante el traslado a San Isidro.
La presencia del llamado "Angel negro" en San Isidro, a 44 años de su detención, duró poco más de una hora y media. No habló con la prensa y salió custodiado por los guardias del Servicio Penitenciario Bonaerense, que lo llevaron de regreso a la cárcel de Sierra Chica.
Robledo cuando era joven, bello y temible.
El apodado "Angel de la muerte" llegó a las 9.30 a la asesoría pericial en una camioneta del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en medio de un importante operativo de seguridad, y salió poco antes de las 10.50, sin hablar con la prensa.
Robledo Puch (64) se encuentra en el penal de Sierra Chica, partido de Olavarría, desde 1977, y lleva más de 44 años detenido.