Amado Reimundo Díaz, de 58 años, fue detenido de forma preventiva por el lapso de cuatro meses e imputado por el crimen de la adolescente de 17, Anahí Robledo Yuvero, hija de una ex pareja suya a la que acosaba de forma sistemática. Según la investigación, el jueves 23 de mayo ingresó a la casa del barrio Jardín del Sur de Villa Mercedes en San Luis y la apuñaló 25 veces hasta terminar con su vida. Lo hizo con una copia de la llave que tenía en su poder.
Díaz quedó en prisión por ser el autor de un femicidio vinculado bajo la carátula de "homicidio doblemente calificado por venganza transversal y por ensañamiento", según determinó el juez de Garantía Nº 1, Alfredo Cuello. Se habían vencido los ocho días de prórroga que se habían otorgado a comienzos de la investigación. La llegada de la autopsia fue fundamental para tomar esta decisión.
Allí se determinó que la adolescente falleció por un shock hipovolémico el cual se generó por sólo dos de las 25 heridas que le provocaron con un arma blanca. Estas llegaron al pulmón y dinamizaron el cuadro que la llevó a la muerte. Mientras que existen quienes afirman que la relación ocurrió hace años y que se extendió por "algunos meses", la versión que el detenido ofreció a la Justicia es que "iban y venían". Por eso tendría su propia llave.
Los investigadores están convencidos de que el hombre buscó lastimar a su ex pareja a partir de quitarle lo que ella más quería: a su hija. Tienen para avalar eso, una serie de pruebas que fueron determinantes para que Díaz termine con prisión preventiva. Desde el vamos, la sangre de la víctima se presentaba en una de las camperas del hombre. Esta pudo confirmarse que pertenecía a la joven luego de una pericia hemática, que reveló que era del mismo grupo sanguíneo.
A su vez, una coincidencia mucho más incriminante se presentó en la escena del crimen. Todas las heridas de la adolescente se registraron sobre la parte derecha de su cuerpo, por lo que todo condice a que el autor habría empuñado el arma homicida con su mano izquierda. Según demostró la Fiscalía, Díaz "es hábil con su mano izquierda".
Por otro lado, distintos registros de cámaras de seguridad dan con el detenido en la escena del crimen, sumado a los distintos testimonios de personas cercanas que detallaron hechos que hablan de una "sistemática ejecución de actos de control y de celos" por parte de Díaz hacia la mamá de la víctima.
El abogado del detenido, Bautista Rivadera, buscó demostrar que las postulaciones de la Fiscalía son cuanto mínimo acotadas. "Esta defensa entiende que la solidez de la imputación es escasa", advirtió ante la prensa local. Aunque después sumó que, aun así, "el Juez de Garantías entendió que había indicios suficientes para preventivamente formularle los cargos".
"Cuando apareció el cuerpo de la niña fallecida, la madre a la primera persona que llama es a Díaz. Según los registros fílmicos que se encuentran en el expediente, se ve que él baja de su departamento y se dirige rápidamente al domicilio de la niña. La hipótesis de la Fiscalía es que mi defendido en un lapso de 11 minutos llevó adelante el crimen. La hipótesis de esta defensa es que es imposible que en ese tiempo transcurrido, en ese lapso de tiempo, mi defendido haya llevado adelante el ilícito contra la niña", elaboró Rivadera.
Esta situación es tal que hasta Díaz pidió declarar bajo una consigna que generó controversias en la ciudadanía atenta al homicidio: "Lo que quiero que quede en claro es mi inocencia por mi hija", aseguró el detenido. La investigación seguirá su curso.