12 Julio de 2016 20:54
El crimen de Necochea donde Roberto Daniel Vecino, de 56 años, mató en 10 minutos a su ex mujer, a tres de sus hijos y a un vecino que trató de intervenir, puso al descubierto un mal en el que nadie repara: las víctimas colaterales de los femicidios. Se trata de aquellas víctimas que se interponen entre el agresor y la víctima para evitar un desenlace fatal, que finalmente termina ocurriendo.
Días atrás un femicidio terminó en una masacre en Necochea.
El número es alarmante. Según un relevamiento realizado por la Casa del Encuentro, en el último año los femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas fueron 286, mientras que los femicidios vinculados de varones adultos y niños fueron 43. El promedio da unas 27 muertes por mes.
A pesar de las campañas los femicidios van en ascenso.
El porcentaje aumentó un 12%, con respecto a 2008, cuando se realizó la primera medición. A pesar de las campañas como #Niunamenos, el número de víctimas sigue creciendo.
Víctimas que se transforman en estadísticas
El hecho más reciente se dio en Dock Sud, Avellaneda, donde una joven de 27 años fue asesinada de un escopetazo por su marido. Aldana Giménez mantuvo una fuerte discusión con su pareja quien después de dispararle se dio a la fuga. A pesar que la víctima llegó a ser hospitalizada y pudo contar lo ocurrido, murió poco tiempo después.
El 10 de julio, en la provincia de Córdoba, un hombre de 30 años mató a una joven de 16 y después se suicidó. Las primeras investigaciones revelaron que la víctima sería hijastra del hombre. Ambos cuerpos fueron encontrados en un campo, con disparos de escopeta en la cabeza, y una escopeta al lado.
En Córdoba un hombre mató a su hijastra de 16 años.
El 8 de julio, en la localidad cordobesa de Tanti, un ex policía de 53 años, Andrés Ceferino González, mató a su compañera Patricia Márquez y después se suicidó. Los cuerpos fueron encontrados por un nieto en la cama; el hombre tenía una pistola en su mano derecha.
El 7 de julio, en la localidad balnearia de Pinamar, Claudio Conforti asesinó de 13 puñaladas a su ex pareja, Vanina Gimena Zocco,y luego se suicidó con la misma cuchilla, delante de su bebé de tres meses.
Un electricista mató a su ex mujer en Pinamar.
Todos estos episodios ocurrieron durante el mes de julio, lo que demuestra que la violencia de género, lamentablemente, goza de buena salud. Y la mayor parte de los femicidios tiene sus propias víctimas colaterales.