El cabo de la Policía Federal Rubén Acosta lleva doce años en esa fuerza. “El día que quieran asaltar a mi familia y lastimarla, los mato”, dijo una vez cuando le preguntaron qué haría en caso de sufrir un asalto. Anoche lo vivió en carne propia: cinco delincuentes intentaron hacerle una entradera en la puerta de su casa de Ciudadela, en la calle Cuevas al 3600, y el uniformado se defendió: hubo 20 tiros. El recibió tres y está herido: dos de los asaltantes murieron.
La Policía trabaja en el lugar. Hace una semana, una banda había matado a un vecino de la zona.
"Siempre dijo que si atentaban contra su familia los mataba. Pensé que se moría mi marido ayer, se salvó de milagro", dijo Gladys, la esposa del policía. Conmocionada, dijo que sus dos hijas seguían en shock porque "pensaron que no iban a ver a su papá nunca más".
Acosta estaba de franco y vestido de civil. Cuando vio que querían robar en su casa, los enfrentó a tiros. Mató a dos de los cinco delincuentes que participaron del hecho.
“El día que quieran asaltar a mi familia y lastimarla, los mato”, había dicho el efectivo.
El otro caso
En el otro caso, un policía vestido de civil evitó un intento de robo arriba de un colectivo de la línea 33, en Dock Sud. Dos ladrones fueron abatidos, uno de ellos tenía 17 años. Uno falleció en el Hospital Fiorito, otro fue encontrado muerto a unos cien metros del lugar del tiroteo, un tercero resultó herido y el restante, una chica, escapó y es buscada por la Policía. Ocurrió esta madrugada en la esquina de Estanislao del Campo y 12 de Octubre, donde los delincuentes intentaron robar a los pasajeros y hasta que el policía que viajaba como pasajero lo evitó.