Nicolás Matías del Río tenía 48 años, desde hace un año que vivía en Siena, Italia, con su esposa y su hijo de 9 años, y fue hallado asesinado dentro de una casa en las últimas horas. El argentino había desaparecido el pasado 22 de mayo, cuando transportaba una carga de 500 mil euros en carteras de lujo para la empresa para la que trabaja, New Futura. Su camión apareció incendiado y las cajas del botín vacías a 400 metros de allí. Y desde entonces, el misterio se apoderó de la escena.
Según la Policía que investiga el caso, en donde hallaron el vehículo incendiado no había cámaras de seguridad para registrar ni tampoco pudieron seguir su celular. "En ese lugar donde supuestamente lo cruzaron no hay cámaras ni pudieron rastrear su celular", había revelado días atrás Ezequiel del Río, hermano del desaparecido. Lo cierto es que a más de dos meses de su desaparición, las autoridades confirmaron que Del Río fue encontrado muerto en la localidad italiana de Arcidosso.
Ante el hallazgo, dos hombres de nacionalidad turca y uno de nacionalidad albanesa fueron detenidos y al momento de declarar se negaron. Acerca de los dos sospechosos, la Justicia tiene en la mira a los padres del hombre de nacionalidad albanesa ya que en su casa encontraron parte del cargamento que la víctima debía transportar. "Ni siquiera sabemos cuándo pasó, ni desde cuando él estaba ahí, ni cómo fue, ni de qué forma", dijo Carolina Alegre, la esposa de Nicolás, en diálogo con TN.
La mujer remarcó que los dueños de la empresa para la que trabajaba su marido no estarían involucrados en su desaparición y posterior asesinato, y señaló como culpables a los empleados de la fábrica de bolsos. "El hombre albanés trabajó muchos años en esa fábrica y sabía todos los movimientos. Lo habían echado por robarse carteras anteriormente", detalló y remarcó que tenía programado el juicio por los robos que cometió para septiembre de este año. "Estaba libre como si nada", cerró.
Los detenidos fueron identificados como Klodjan Gjoni, un albanés de 33 años, apuntado como el ideólogo del crimen y que fue detenido cuando estaba por subirse a un avión de Ciampino, Roma, y los turcos Ozgur Bozkurt (44) y Kaia Emre (28). Todos ellos, en principio, están acusados de homicidio intencionado, secuestro y robo. La última llamada de Del Río ocurrió a las 17:10 del 22 de mayo. Fue con su jefe, con quien hubo un extraño diálogo que denotó que algo raro sucedía.
Hasta ahora, los investigadores determinaron que el argentino fue interceptado por Gjoni, quien le pidió ayuda bajo la excusa de que su furgoneta se había averiado. En ese momento llamaron a Sergio De Cicco, dueño de la empresa. "Un tal 'Goni' decía que lo conocía, que se le había roto la camioneta y que necesitaba llevar unas cajas a determinado lugar, pero el jefe de mi hermano le respondió que ese lugar había cerrado hace un año y medio", había detallado el hermano de la víctima.
Y sumó: "Inmediatamente lo llamó al dueño de esa empresa y este le dijo: 'No, nosotros no estamos esperando nada'. Ahí es cuando el jefe de mi hermano lo vuelve a llamar y el celular dio apagado. Desde ese momento no se sabe más nada" De acuerdo con la investigación, el albanés lo trasladó a una zona aislada de campo y bosque donde los estaban esperándolos las otras dos personas de nacionalidad turca. En ese momento lo atacaron, se robaron el cargamento y prendieron fuego el vehículo.