El cadáver de una mujer de 61 años fue encontrado ayer, en avanzado estado de descomposición, en un departamento de Caballito. Los investigadores detuvieron a su marido y a su hijo, con la intención de averiguar si fue asesinada o si murió de muerte natural. También debe establecerse, en todo caso, por qué decidieron prescindir del reparador y a la vez higiénico acto del entierro.
El edificio donde fue hallada la víctima: muchos misterios en uno.
Los hechos ocurrieron ayer, a las 13, en Directorio 150, 13 "A". El cadáver estaba tendido sobre una cama, el olor era insoportable. El misterio, también. El marido de ella había llamado a una emergencia médica para comentar que había encontrado muerta a su mujer. Pero los médicos de la emergencia llamaron al SAME y a la Policía: es que la dama en cuestión llevaba varios días de muerta. La pregunta, entonces, fue cómo no se dieron cuenta antes. Surgen tres hipótesis posibles: a) se trata de gente muy distraída o de gente que salía mucho; b) el diálogo entre los miembros de la familia era muy escaso; c) en Caballito hubo un crimen. La hipótesis c) parece, por el momento, la más verosímil. Eso es, tal vez, lo que pensaron los efectivos policiales que detuvieron al flamante viudo, de 63 años, y a su hijo, de 25.
Según los forenses, la víctima llevaba entre cuatro o cinco días de muerta. Según los investigadores, la actitud del esposo y el hijo de la víctima ante lo ocurrido era extrañamente fría. Según un vecino, el marido no tenía un trato amoroso con su compañera: dijo haberlo escuchado gritarle: "Lavate la concha, gorda sucia". Gracias a este dato, los investigadores lograron establecer que el viudo prescindía de los eufemismos.
El juzgado en lo Criminal y Correccional 11 porteño ordenó detener al hombre y a su hijo. Serán sometidos a estudios psicológicos y psiquiátricos. En principio, los forenses no observaron signos de violencia en el cuerpo. Habrá que ver qué dice la autopsia.