Un grupo de internos de la cárcel de Piñero, ubicada en esa localidad de las afueras de Rosario, en Santa Fe, publicó y transmitió en vivo en las redes sociales el duro castigo que le propinaron a otro detenido: lo obligaron a desnudarse casi por completo, mientras lo golpeaban e insultaban.
El video solo dura 30 segundos y revela el violento episodio que ocurrió el pasado 11 de febrero en una de las celdas del penal de Piñero. "Entangate, entangate todo, dale", grita la persona que filma, mientras que al menos otros cuatro hombres rodean, golpean y humillan a otro preso.
Los agresores, además, obligan a la víctima -que no sabe cómo defenderse o parar el ataque- que se arrodille para seguir golpeándolo en grupo. Según trascendió, la víctima fue identificada como Fabián Melgarejo, de 27 años, imputado por un doble homicidio cometido en 2018.
Mientras que los agresores son Alan y Lautaro "Lamparita" Funes, dos hermanos que pertenecen a Los Funes, una de las bandas narco más peligrosas de Rosario. Melgarejo logró escapar del brutal ataque, salió de la celda y se encerró en la “jaula”, el espacio enrejado que sólo se puede abrir desde dentro y en el que los presos pueden refugiarse ante un ataque tras las rejas.
Más tarde, la víctima fue atendida por el celador de la prisión y se dio lugar al protocolo de atención, que contempla un chequeo médico, una consulta con un psicólogo y el traslado a otro pabellón del penal para cuidar su integridad física. Mientras tanto, el Servicio Penitenciario realizó una requisa en el pabellón y decomisaron celulares, estupefacientes y botellas de alcohol. En total, encontraron 13 teléfonos celulares, una botella de bebida alcohólica, 500 pesos y dos tarjetas SIM.
Como consecuencia de este hecho, también se revisaron celdas del pabellón 4, donde se secuestraron otros diez teléfonos celulares y otros materiales insólitos. En una de las celdas había al menos seis facas incrustadas en la suela de zapatillas deportivas, debajo de la plantilla.
A su vez, los dos Funes y el resto de los agresores que aparecen en el video fueron trasladados a las llamadas “celdas de resguardo”, una suerte de castigo en donde los presos deben permanecer un tiempo dentro de una celda individual y con los permisos de salida ajustados.