Al comienzo de esta semana, Nahir Galarza se paró delante de los magistrados que la semana entrante la juzgarán por el asesinato de su novio, Fernando Pastorizzo, y durante dos horas contó cómo era su relación con el joven y el tenso momento que vivió antes de asesinarlo.
Ahora, trascendieron varios videos de su declaración, donde además de aparecer muy angustiada, la detenida confesó que los disparos ocurrieron rápido y de forma accidental.
Con lágrimas en los ojos y visiblemente afectada, la estudiante de abogacía aprovechó el tiempo que la Justicia le brindó y, vestida con un saco y una camisa, intentó reconstruir los momentos previos a la terrible madrugada donde Pastorizzo perdió la vida.
"Yo una vez le había contado a Fernando que cuando llegaba a mi casa a la noche, me largaba a llorar. Se lo conté para que se diera cuenta de que me estaba haciendo mal, y a partir de ese día, él lo empezó a usar en mi contra y me decía que era depresiva", reveló Galarza mientras con un pañuelo descartable se secaba las lágrimas.
Luego de esto, y de asegurar que la víctima la trataba de "zorra", la detenida comenzó a contar detalles de la noche y madrugada en que baleó a Pastorizzo.
"Él me empezó a llamar por teléfono re desesperado y yo pensé que le había pasado algo. Obviamente así como estaba, descalza, salí de mi casa", aseguró Galarza, y luego aclaró que empezó a discutir con su novio, y que él la agarró del pelo y le dijo que se fueran en su moto.
"Enseguida llegamos a la casa de mi abuela. Él venía manejando a velocidad, y en un momento cuando dobló perdió el equilibrió, porque venía manejando con una sola mano", indicó la joven de 19 años en una grabación publicada en El diario de Mariana.
Sobre esto, Galarza agregó que Pastorizzo llevaba escondida el arma de su papá, por lo que aprovechó un momento de descuido para sacársela.
Luego de eso, hizo un breve silencio, y tras largarse a llorar varias veces, dijo que cuando la moto frenó, de repente se quedó "aturdida", para dar a entender que el primer disparo contra el joven ocurrió de manera accidental.
"Fueron dos segundos nada más. Todo rápido. No he encontrado como describir cómo me sentía, se me puso la mente en blanco, me sentía nerviosa y me quedé aturdida. Era como estar viendo todo desde lejos. No sabía qué hacer", dijo por último.