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Entre lágrimas un testigo complicó a Thomsen: "A Fernando lo pateaba como una pelota de fútbol"

Tomás Bidonde vio con sus propios ojos el violento ataque a Fernando.

05 Enero de 2023 11:50
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El pacto de silencio entre los rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa en enero de 2020 en Villa Gesell, corre peligro de romperse a partir de la declaración del testigo ocular Tomás Bidonde, quien identificó a Máximo Thomsen como "líder" y detalló que este pateaba la cabeza de la víctima "como una pelota de fútbol".

Su relato comenzó con lo que vio dentro del boliche Le Brique, donde arrancó la pelea que terminó en tragedia. El joven dijo que esa noche fue difícil porque en el local "había mucha gente y hacía calor", y además "había poco oxígeno". Luego se refirió a que, una vez que comenzó la pelea, "uno de los chicos tenía mucha fuerza y tuvieron que sacarlo entre dos o tres guardias de seguridad".

"Él le pegó dos patadas en la cabeza, que desde donde yo estaba, se veían como puntinazos. Después recuerdo que lo agarró de la cabeza y le dio dos o tres patadas más", detalló sobre Thomsen. "Recuerdo también a otra persona que le pegaba de la parte izquierda y era menos atlético que el otro, que era muy musculoso", aseguró Bidonde en su declaración ante los jueces María Claudia CastroChristian Rabaia Emiliano Lázzari, del Tribunal en lo Criminal N°1 de Dolores.

Bidonde había declarado originalmente en los reconocimientos que se hicieron en 2020, donde identificó a Ciro Pertossi como uno de los agresores a la salida del lugar. Esto volvió a hacerlo durante su declaración esta jornada cuando lo identificó como el chico musculoso, además de referirse a Lucas Pertossi en el mismo rol y aclarar que Matías Benicelli y Ayrton Viollaz, le habían dado una piña a un amigo de Fernando que había intentado salvar al chico asesinado mientras "le pegaban entre cuatro".

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Aunque al integrante de la banda de rugbiers que más perjudicó con su testimonio fue a Thomsen, ya que cuando los magistrados lo consultaron acerca de si había podido identificar a un líder del grupo, Bidonde rompió en llanto durante su testimonio y apuntó con todo hacia él por la "agresividad con la que le pateó la cabeza al chico la cabeza".

"Era muy musculoso. Pateó mucho. Eso yo lo siento como un líder: iba al frente, pegaba", declaró sobre el atacante. "Máximo Thomsen le pegó dos puntinazos en la cabeza", agregó. Ante esta declaración, el Tribunal insistió a qué se refería el testigo cuando hablaba de "puntinazos". "Como cuando pateás una pelota de fútbol con la punta de los dedos", aclaró Bidonde con lágrimas en sus ojos.

También señaló lo que vio que hicieron los rugbiers luego de los hechos. "Caminaron, frenaron en un techo, abajo de un restorán, un café y se dieron vuelta, pasó un tiempo y se fueron", expresó. Esto es algo que pudo comprobarse a partir de las cámaras de seguridad del local gastronómico Cipriani, las cuales mostraron hoy durante la audiencia.

Tras el ataque, Bidonde confirmó que muchas personas se acercaron a ayudar a Fernando "que estaba en el suelo", y que luego cruzó la calle hacia el lado de un kiosco. "Recuerdo que había una chica con la que hablé que estaba en el mismo estado que yo, con miedo", reconoció el testigo.

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El terror con el que quedó luego de ver la situación lo llevó a, luego de los hechos, ir a buscar a su madre a Pinamar y volverse de sus vacaciones. "Ver eso, y todo lo de después: que la ambulancia no llegaba... Me puso mal”, confesó. Todavía restan muchos testigos en la jornada de este jueves y en las que vienen, aunque cada vez queda más claro quiénes fueron los responsables del crimen y cómo actuaron antes, durante y después de matar a Fernando Báez Sosa.