18 Abril de 2018 12:03
Jonathan Acevedo, uno de los detenidos, en las primeras horas después de cometer el crimen, filmó un vídeo al que tuvo acceso Big Bang, y en donde se lo ve pidiendo perdón por el crimen. En las imágenes aparece a "pura risa".
En el material fílmico se puede ver además como, desde el fondo de la escena, se escuchan voces de otras personas que hacían chistes sobre la situación.
Mientras la Justicia intenta determinar cómo fue el brutal crimen del colectivero de 26 años que conmueve al país, los dos detenidos de 17 y 18 años pasaron siete horas ante los investigadores. Hoy circuló la información de que hubo controles policiales en la zona de La Matanza a quienes subían a colectivos.
El caso que conmociona al país ocurrió el domingo en Virrey del Pino, partido de La Matanza, cuando dos hombres asesinaron de dos balazos a Leandro Alcaraz, el colectivero de 26 años que manejaba el interno 103 de la línea 620. Tras una discusión con el chofer porque no contaban con la tarjeta SUBE, le dispararon en la cabeza y el tórax.
La Justicia busca esclarecer cómo ocurrieron los hechos. Por ahora, detuvo a “Rodolfito”, de 17 años; y a Jonathan Maximiliano Acevedo, alias “El Viejo”, de 18. Ayer prestaron declaración ante los investigadores durante siete horas. La principal hipótesis es que uno de los dos detenido subió al colectivo en San Justo y tras una discusión llamó a su cómplice para que lleve “el fierro”, según declaró un testigo.
Controles. La imagen que se viralizó en grupos de WhatsApp sobre presuntas requisas a pasajeros.
Sin embargo, aún no queda del todo claro cómo se desencadenó la pelea final que acabó con la vida de Alcaraz. Por eso, la Justicia buscaba al pasajero que habría prestado su SUBE al delincuente. Su testimonio sería fundamental, ya que podría esclarecer cómo ocurrieron los hechos.
Esta mañana comenzaron a circular en grupos de WhatsApp imágenes de efectivos de la Policía en el interior de colectivos en la zona de La Matanza. Según esa versión, los uniformados requisaban a los pasajeros para evitar que subieran con elementos que pudieran atentar contra la vida.
