09 Febrero de 2023 11:12
La Parroquia Nuestra Señora de los Trabajadores en la localidad de Villa Caraza, Lanús, fue escenario de un intento de femicidio en la noche del domingo. Un hombre, identificado como Oscar Eduardo Casagrande, abordó a su ex pareja, Dolores Mirta Rolón, con un cuchillo similar al que usan los carniceros para intentar apuñalarla.
La Comisaría Quinta de Lanús de la Policía Bonaerense redujo al atacante y se lo llevó detenido por tentativa de femicidio y amenazas. Y la causa quedó a cargo de María Soledad Garibaldi, de la Unidad Funcional de Instrucción N° 8, especializada en violencia familiar y de género del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús.
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Casagrande ya había sido denunciado por Rolón por violencia y hostigamiento, una vez terminada la relación. Incluso, la Justicia había dispuesto una restricción perimetral y le había otorgado un botón antipánico porque él la había intentado asesinar en una oportunidad anterior. Sin embargo, esta restricción venció porque ella no la renovó y según se supo del entorno de la mujer, nadie creía que el agresor pudiera llegar a hacer lo que finalmente intentó hacer y frente a una multitud de personas en una casa de Dios. La comunidad católica del lugar quedó sorprendida y la noticia conmocionó hasta el Obispado de Avellaneda-Lanús.Casagrande se había sentado en la última fila de la iglesia. El sacerdote tuvo el momento de invitar a los feligreses a comulgar, el hombre se acercó y recibió “el cuerpo de Cristo”. Dijo “Amén” y aprovechó la distracción y la parsimonia de la situación para ir detrás de Rolón. Sacó de una bolsa de nylon la cuchilla con mango blanco pero varios de los presentes así como el cura notaron la situación y lograron interponerse entre el agresor y su víctima. Específicamente, fue el párroco de Villa Caraza quien se puso delante de la mujer, mientras los fieles intentaban sacarle el arma blanca. Casagrande luego se dispuso a amenazar al religioso.
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La víctima, según explicaron, en medio de un ataque de nervios y mientras se producía el forcejeo, accionó el botón antipánico que tenía y rápidamente llegó a la parroquia personal de la Comisaría Quinta de Lanús, que lo redujo y se lo llevó.
Por su parte, Diego Kravetz, jefe de Gabinete y secretario de Seguridad de Lanús, se pronunció sobre el trágico episodio que dejó a todos los que estaban dentro de la misa en estado de shock. “Este fue un caso tremendo y si no hubiera sido por la intervención del cura y de los vecinos que estaban en misa, hoy estaríamos hablando de otro femicidio en el país”, compartió. A su vez, demostró la triste realidad de su partido: “En Lanús hay repartidos casi 3.300 botones antipánico y estos hechos lamentablemente se repiten mucho, por eso se da una gran cantidad de casos de femicidios en todo el país”.
