Marcelo Bogado tenía 44 años y dedicaba su vida a prestar dinero de manera informal a, en su mayoría, personas de escasos recursos, a los que les cobraba por semana. El último sábado, el prestamista fue encontrado sin vida envuelto en una sábana sujeta con sogas y cinta adhesiva, al lado de una heladera en la que habían trasladado el cadáver en un flete por la ruta 12, en Corrientes.
El cuerpo estaba maniatado y por el hecho quedaron detenidos Sergio Oscar Vallejos (29) y Raúl Alejandro García (30). "Ayudame que voy a transportar carne de vaca que compré", le había pedido Vallejos al dueño de la camioneta Renault Kangoo que trasportó el cuerpo hasta una casilla abandonada en las afueras de la capital correntina.
Los investigadores sostienen que Vallejos le debía una importante suma de dinero a Bogado, ya que había sacado un préstamo para comprarse una moto Honda Titán, de 125 centímetros cúbicos. El prestamista lo visitaba cada semana para cobrarle.
Según reconstruyeron, aparentemente Vallejos hizo pasar al prestamista al fondo de una rotisería, donde Bogado solía comprar comida, lo golpeó tres veces en la cabeza con una maza y le dio un puntazo en el cuello para rematarlo.
Las pruebas del reactivo Luminol fueron contundentes: hallaron manchas de sangre en las paredes y el piso, que el sospechoso había lavado. El cuerpo fue trasladado en una heladera hasta una casilla de un asentamiento, en el barrio Doctor Montaña, Corrientes.
Fue encontrado el último sábado, luego de que un vecino denunciara olores nauseabundos al 911 que salían de esa casilla. "El autor material del hecho sería Vallejos y García tuvo un rol como coautor", confirmó el jefe de la Policía de Corrientes, Félix Barboza.
Bogado había desaparecido el miércoles a las 15.30. Tenía que ir a retirar a sus hijos de una actividad, pero nunca llegó. Su hermana radicó la denuncia ese mismo día por la noche y se abrió una causa por "averiguación de paradero".
El financista ya había tenido algunos problemas con la Justicia: dos veces lo detuvieron tras retirar plata de cajeros automáticos. La primera, el año pasado, tenía en su poder 99 tarjetas de débito de otras personas y 100 mil pesos. La última, en junio pasado, con 28 tarjetas y 55 mil pesos.
La causa está cargo del fiscal Raúl Pasetto y del juez de Instrucción N° 2, Juan Manuel Segovia. También intervino la comisaría 21° y las Direcciones Metropolitana y de Investigación Criminal, junto con personal de Delitos Complejos de la Policía de Corrientes.