Daniela Fernanda Luna era una sargento de la Policía Bonaerense, de 32 años, madre de dos hijos y en sus horas libres trabajaba como conductora para una reconocida aplicación de transporte, para obtener ingresos extra y así poder ayudar a su familiar. Fue durante un viaje que estaba realizando durante la madrugada del domingo que fue interceptada y asesinada de un disparo en el mentón. El crimen tuvo lugar en Isidro Casanova, partido de La Matanza, y la principal hipótesis es que se trató de un intento de robo. Su cuerpo fue hallado en el interior de su coche, un Ford Fiesta blanco, en la intersección de las calles Norquins y Carlos Casares.
Hasta allí habían llegado las autoridades, luego de ser alertadas tras un llamado al 911 sobre el cuerpo de una mujer recostado dentro de un Ford Fiesta blanco. De acuerdo con las fuentes del caso, las cámaras de seguridad captaron a un joven de 25 años bajándose rápidamente del vehículo. Al ser detenido, el sospechoso habría confesado el crimen. Según las autoridades, el cuerpo de la víctima yacía en el asiento delantero del vehículo, del lado del conductor.
Las pruebas forenses revelaron que Luna recibió el disparo a corta distancia, con el proyectil entrando por su mentón y saliendo por su pómulo izquierdo. En el auto, la policía encontró una vaina servida de 9mm y un proyectil deformado del mismo calibre debajo del cuerpo. El bolso de la víctima, que contenía dinero, seguía en el coche, aunque su celular sí había sido robado. La víctima no se encontraba desempeñando como policía debido a que había pedido una "licencia" por problemas de salud.
De hecho, hasta hizo un pedido de retiro voluntario de la Fuerza por una incapacidad física: presentaba secuelas de un reciente accidente de tránsito que sufrió mientras estaba de servicio. Su homicida fue identificado como Sebastián Nicolás Ávila, a quien se logró detener gracias a dos pistas clave: las grabaciones de las cámaras de seguridad que captaron su huida a pie hasta Norquins al 2000, a unas cuadras del lugar del crimen, y los datos de la ubicación del celular robado de Luna.
Ávila -quien además fue quien pidió el viaje a la aplicación que le fue asignado a Luna- fue detenido en una casa cercana al lugar del crimen, donde la policía también encontró el celular de la víctima y una pistola Bersa 9mm, que se sospecha fue el arma homicida y estaba apoyada a un lado de una Virgen y una figura de Diego Armando Maradona. Tras confesar el asesinato, fue puesto bajo custodia. El caso está siendo investigado por el fiscal Claudio Fornaro y la DDI de La Matanza.
La joven fue despedida con mucho dolor a través de las redes sociales. "Ella es una de los tantos azules que salen a pelear a diario la situación económica, dado que sus sueldos son paupérrimos. Salió a trabajar para mantener una vida digna junto a sus dos pequeños soles sin saber que iba a ser sorprendida por la muerte. Gracias por tanto perdón por tan poco. Levanta tu vuelo joven ángel, el señor Jesús te espera en sus brazos para tu descanso eterno", la despidió una usuaria en Facebook.