15 Enero de 2021 09:33
El empresario Claudio Tinari permanece detenido en el partido de La Costa, acusado de haber violado a una de las empleadas que trabajaba en el restaurante del parador Botavara de la ciudad costera.
Aunque existen muchos testimonios que involucran al acusado en otros delitos, lo cierto es que en las últimas horas declaró ante la Justicia su actual pareja, quien aseguró que esta denuncia se trata de un complot que organizaron los empleados para quedarse con la concesión del lugar.
María Fabiana Ezquiaga brindó su testimonio este jueves por la mañana ante el fiscal Juan Pablo Calderón, y en su descargo, la mujer aseguró que la acusación en contra de su pareja es totalmente falsa y que es parte de "una cama" que organizaron los empleados para sacarles la concesión del restaurante en el parador Botavara.
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“Es un complot para sacarnos la concesión del restaurante”, sostuvo, al mismo tiempo que aclaró el pasado 22 de diciembre a las 21.30, momento en que según la empleada el empresario la violó, ella estaba en compañía de su pareja.De hecho, la mujer dijo que aquel día todos los trabajadores estaban en el parador y que ella, Tinari y la denunciante se fueron juntos en su Ford Ka blanco, para llevarla hasta el hotel “Trinidad”, donde se alojaban quienes trabajaban en el restaurante. Según sus dichos, dejaron a la mujer en el lugar y de ahí ella y su pareja se fueron a cenar a un restaurante de la avenida Bunge.
Incluso explicó que esa noche pagó la cena con una tarjeta de débito y que luego se fueron los dos solos a su casa en la calle Shaw. Tanto la del restaurante como la de la casa son zonas céntricas de Pinamar, por lo que es probable que los investigadores busquen las imágenes que aparecen en las cámaras de seguridad para confirmar esta coartada.
Ezquiaga es abogada, de hecho se desempeña en área de Legales de la Municipalidad de Pinamar, y debido a que es la verdadera dueña del local gastronómico, el restaurante continuaba abierto, a pesar que Tinari está detenido en una comisaría del partido de La Costa.
Todos los trabajadores que están actualmente en el lugar son nuevos, excepto dos o tres, ya que el resto de los empleados renunció luego de las denuncias que hicieron varios contra el empresario.
Entre los más de 20 testimonios que figuran en la causa, una de las chicas que declaró contó que Tinari le ofreció cien dólares a ella y a una compañera para concurrir a una fiesta privada en una casa en Cariló y tener sexo con amigos suyos.
Otro manifestó que el acusado los mandaba a comprar droga, e incluso el testigo explicó que escuchó como el imputado le reclamó a una compañera que le devolviera $ 2.000 que le entregó para comprar "pepas".
