El duelo no está siendo fácil para los familiares de las turistas israelítas asesinadas a mediados de enero durante su visita al país. "Es el diablo de Mendoza", escribió uno de los cuñados de las víctimas para definir al acusado por los homicidios y sumó en otra publicación: "Como familia, estamos esforzándonos por sacarnos de encima ese horrible ser humano que está detrás nuestro. Hemos decidido avanzar sólo sobre lo positivo”.
Lily y Pyrhia viajaron desde Israel.
De la misma manera, por su Facebook, se pudo confirmar que el viernes llegaron a su país las hermanas de las turistas. Ahora, sus restos fueron trasladados al laboratorio de Ciencia Forense, donde serán sometidos a estudios. Sus familiares podrán darle sepultura en la ciudad de Rechovot, a 20 kilómetros al sur de Tel Aviv a partir del miércoles o jueves.
"Nosotros, como familia, encontraremos algo de paz también", expresó Amnon Sarig, un familiar de las víctimas, tras confirmar el arribo de los restos de Lily y Pyrhia a Israel. "Tener las tumbas, traerá un cierre. La justicia será servida. Confiamos en el sistema de Argentina. Pero para nosotros, tener una tumba donde llorar es importante", publicarón.
Pyrhia Saroussy y Lily Pereg, quien residía en Australia, fueron asesinadas el 12 de enero, un día después de su llegada a Mendoza para visitar al hijo de Pyrhia y sobrino de Liliy, Gil Pereg.
El viernes 18 de enero el hijo de Pyrhia fue detenido y al día siguiente la Policía mendocina encontró los cuerpos de las mujeres enterrados en su casa.
Los restos de Lily y Pyrhia serán estudiados en Tel Aviv.
Mientras la Justicia de Mendoza recopila evidencia sobre el doble crimen, el laboratorio de Ciencia Forense de Tel Aviv realizará nuevos análisis de los cuerpos para corroborar los resultados que arrojaron las autopsias realizadas en Argentina. A mediados de semana, los restos de las israelíes serán entregados a los familiares.
EL DIABLO
Gil Pereg está detenido en el penal mendocino de San Felipe y acusado de matar de tres tiros a su tía y asesinar a golpes a su madre. Tiene 37 años, vivía como un indigente en un predio que tenía canchas de paddle a medio construir, ubicado en calle Roca al 600, frente al cementerio de Guaymallén, en el Gran Mendoza.
Gil Pereg en el predio en donde enterró a sus víctimas.
Los investigadores creen que planificó el asesinato de sus familiares cuando se enteró que viajarían a Mendoza para visitarlo. Por eso, tres días antes de la llegada de las mujeres, Gil Pereg denunció ante la Justicia el robo de una pistola calibre 9 milímetros y dos armas calibre 38 que finalmente fueron halladas en su casa.
LA HISTORA DE RUCA EN MEDIO DEL DRAMA
Más allá del lamentable episodio, la Policía Científica y la Justicia descubrieron los cuerpos gracias a la buena tarea del equipo de adiestramiento canino Escam y, en especial, por el aporte de la perra Ruca. Por eso, la institución encargada del entrenamiento de los canes recibió 50 mil pesos como recompensa de parte de la familia de la turista. La instructora de Ruca cobró otros 15 mil pesos.
“Agradecemos el profesionalismo y el esfuerzo con el que hicieron su trabajo. Como mendocino, me quedo tranquilo de que exista este nivel. Si bien es un hecho desafortunado y lamentable, fue resuelto gracias a lo realizado por ustedes”, dijo al diario Los Andes el cónsul de Israel en Mendoza, Andrés Ostropolsky, durante la ceremonia en honor a Ruca.
El acto de premiación fue en la Sociedad Israelita de Beneficencia de la ciudad de Mendoza. La comunidad judía entregó el dinero y una placa a la entrenadora Ayelén Castro y un reconocimiento a la labor de los miembros de la Escuela de Adiestramiento Canino de Mendoza. “Ruca tiene solo 9 años. Ella encontró a nuestras hermanas y alertó a la Policía, por lo que se ganó la recompensa", afirmaron los familiares de Pyrhia y Lily.
Ruca fue premiada por los familiares de las víctimas.
La entrenadora detalló que no fue sencillo lograr que Ruca pasee por el terreno debido a que se encontraba en su casa Gil Pereg -hasta ese entonces que no era considerado de asesino- y no permitió que suelten a los perros. "Cuando se descuidó, yo dejé libre a Ruca quien marcó, ladró y se puso a rascar una pila de ladrillos y una bolsa de cemento”, contó la instructora.
El ADN hallado coincidió con el de una de las víctimas y luego de un segundo rastreo, donde la ovejera volvió a marcar el mismo lugar, se resolvió escavar y encontraron los cadáveres.