08 Junio de 2017 14:55
El padre del niño de tres años asesinado en Lomas de Zamora en la noche del miércoles reconoció al adolescente de 16 años detenido y acusado del crimen.
Fuentes policiales informaron a BigBang que Martín Bustamente participó esta tarde en la rueda de reconocimiento que se organizó tras la detención del adolescente, en la misma noche del miércoles.
Las fuentes dijeron que Bustamente no tuvo dudas en identificar al sospechoso por la cara y por las ropas que vestía cuando se produjo el asesinato de su hijo Agustín, de tres años.
Mientras tanto, la Policía de la comisaría de Villa Centenario continuaba trabajando en la búsqueda de un prófugo, quien sería hermano del adolescente detenido, dijeron las fuentes consultadas.
"Papá, me duele", fueron las últimas palabras que le dijo Agustín a su padre Martín antes de desvanecerse, luego de haber recibido un balazo en la espalda disparado por el adolescente detenido.
Fuentes policiales y judiciales aseguraron que el hecho ocurrió cerca de las 21 en la calle Mayor Olivero al 1300 de esa localidad del sur del conurbano bonaerense, y que el niño falleció mientras era atendido en la Clínica Boedo, hasta donde fue trasladado por su propio padre.
El menor detenido ya había sido arrestado 8 veces en un año.
Horas después, la policía logró la detención del adolescente de 16 años, quien fue apresado cuando caminaba a unas tres cuadras del lugar del crimen, mientras que aún permanece prófugo el segundo sospechoso que, de acuerdo a los investigadores, se trataría de un hermano del muchacho ya detenido.
"Íbamos caminando de la mano y me los encuentro. Estaban escondidos y uno de ellos tenía un arma. Me robaron, me sacaron la plata y cuando se van, uno se da vuelta y me tiran. El que tenía el arma se sonrió. Me quisieron apuntar a mí, con tanta mala suerte que le pegaron a mi hijo", contó esta mañana entre lágrimas el padre de Agustín, un hombre que trabaja como empleado en una empresa de seguridad privada.
Según las fuentes policiales y judiciales, los delincuentes se apoderaron de unos 200 pesos que el hombre llevaba para comprar la pizza y su teléfono celular, tras lo cual huyeron caminando, se dieron vuelta a pocos metros y le dispararon un único balazo.
En ese momento, el hombre alzó a su hijo en brazos y salió corriendo para pedir ayuda, pero el niño le dijo "papá, me duele" y, al ver que estaba con una herida en la espalda, decidió llevarlo de inmediato a un centro asistencial con la ayuda de un vecino, donde el niño finalmente murió como consecuencia de las heridas.