Un peritaje confirmó que la firma de Diego Armando Maradona fue falsificada en varios documentos médicos autorizados por el neurocirujano Leopoldo Luque y la empresa Medidom. "La firma obrante en el documento cuestionado no pertenece al puño y letra de quien en vida fuera el señor Diego Armando Maradona", afirmaron en su resolución Mara Beatríz Castiglia y Liliana Gladys Banegas, los peritos calígrafos oficiales de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
Las firmas analizadas por los calígrafos pertenecen a un formulario de la compañía Medidom, la cual le brindó asistencia médica a Diego en la casa de Tigre, donde murió hace exactamente nueve meses. Se trata de una fotocopia de un formulario de prestaciones que lleva distintos indicadores para completar, como el nombre y domicilio del paciente, la prepaga -en este caso Swiss Medical- y su domicilio.
Según las profesionales, el material fue completado en forma manuscrita, con la excepción del número de carnet y el teléfono del Diez, y contiene las prácticas y cuidados "domiciliarios" que se le realizaron al ídolo entre el 11 de noviembre de 2020 con horario de entrada de 19 horas hasta el 24 de noviembre de 2020, un día antes de su fallecimiento, con horario de salida de las 7. "Contiene firma de caracteres gráficos ilegibles" señalan los calígrafos.
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De acuerdo al informe, la totalidad de las inscripciones gráficas manuscritas de parte del prestador -en este caso el enfermero Ricardo Almirón (el enfermero que cuidaba a Diego en el turno noche y durante la madrugada)- se han realizado con bolígrafo de tinta pastosa de color negro. Cabe recordar que tras declarar durante cinco horas, Almirón, de 38 años, había revelado que él entregó sin la firma del paciente y cuando ya había fallecido, una serie de planillas.
Las mismas que luego aparecieron con la supuesta firma del ex DT de Gimnasia y que fueron analizadas en esta oportunidad. "El estudio físico de rigor efectuado con el instrumental óptico y lumínico adecuado, en la totalidad del papel soporte dio resultado negativo en la búsqueda de huellas que pudieran revelar falsificación de relevancia pericial", resaltaron en el análisis de la firma del profesional de la salud.
Para corroborar la autenticidad de la firma del difunto DT se tomaron en cuenta algunos legajos personales de Maradona y de sus hijas, Dalma y Gianinna, desde el año 1987 -como formularios de solicitud de DNI y pasaportes- hasta el 3 de enero de 2011, fecha en que se registró el último pedido de formulario de CI y "pasaporte obrante en el legajo personal de Diego Armando Maradona".
Al mismo tiempo, Castiglia y Banegas advirtieron que también se tomaron en cuenta "las firmas que en copia fotostática obran en la ficha del RENAPER (Registro nacional de las Personas) del año 1977, del acta de Casamiento, del pasaporte emitido en el año 2002 y del DNI personal de Diego Armando Maradona, como también las partidas de nacimiento del legajo de sus hijas".
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En total, se utilizaron 13 firmas originales y 7 firmas en fotocopia de los legajos adjuntados de Maradona, las cuales dieron como resultado la "probada suficiencia en cantidad y calidad técnica" para la elaboración de este dictamen. Durante el proceso, se analizó el "diseño de los autógrafos como los elementos estructurales puntualizados en el grado de espontaneidad, la inclinación de los ejes fundamentales y las inflexiones de pulsación, como sus puntos de ataque y de fuga".
También se tomó en cuenta "el comportamientos de trazado, ritmo ejecutivo, proporciones, así como los diseños y las alternativas de trazado que otorgan un mayor espectro de las posibilidades genéticomorfológicas del citado". Como patrón gráfico identificativo de Diego, se destacaron: "la persistencia de inclinación de magistrales hacia la derecha; la dirección y comportamiento con secuencias imbricada de la línea base de escritura".
Otro punto característico en la firma de Maradona fueron las "inflexiones de pulsación normal, resultando de relevante identidad la elaboración de la firma en un tiempo ejecutivo; de mediana dimensión y permanencia de proporciones tanto en la modalidad entera como en la más simplificada, resultando de relevancia reafirmar que, a pesar de sus variantes naturales, se verifica la permanencia de modismos y automatismos a lo largo de 34 años" (entre 1977 a 2011).
Como rasgo particular y original, se tuvo en cuenta el inicio de la mayúscula “M”, "con punto de ataque ascendente y proyección continua curvo-descendente", situado sutilmente a la altura de la línea imaginaria del renglón para elaborar seguidamente las dos cúspides de la letra. "Como dato distintivo en la gran mayoría, la suprema altura del segundo cuerpo en ´M´ con respecto su antecesor", afirmaron.
El trazado posterior a la "M" está constituido por un "gramado ilegible, de trayectoria empastada, con escasa o nula distancia interliteral, con irregularidad de altura y proporciones". "Sin solución de continuidad se observa seguidamente el movimiento final, extenso, hacia la derecha del cual se desprende el gesto rubricante, subyacente a la firma, con movimiento de ida y vuelta de izquierda a derecha", resaltaron las profesionales.
Finalmente, los calígrafos destacaron que el trazado rubricante final "remata siempre por debajo del gramado anterior, en ángulo o con empaste, en cuyo caso el punto de fuga también es inferior, culminando a la altura de la parte terminal de la firma", algo que no ocurría en las falsificaciones: "Llevados los grupos a un mismo plano de visión, es posible informar que no corresponde a la autoría de quien en vida fuera el Sr. Diego Armando Maradona la firma impuesta en el documento".
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De acuerdo con la resolución, realizando el cotejo se sostuvo que la firma cuestionada responde a la "tipología que define a la falsificación por imitación a mano alzada de autógrafos" de Diego. "Las diferencias se hallan representadas fundamentalmente en la falta de automaticidad gestante, revelada por la ausencia de naturalidad y espontaneidad, resultante del intento de replicar el modelo auténtico", detallaron.
Otra de las diferencias entre la firma original y la falsa radica en "la disparidad de origen gráfico, en los tiempos ejecutivos de la cuestionada donde se han verificado detenimientos, retomas, torsiones, cambios bruscos de dirección, agregándose además durezas y diferencias de presionado que se contraponen a las características del modelo auténtico en iguales sectores".
En el documento se explicó que en la “M” se observa "la disparidad del origen del rasgo de inicio: descendente en lo incriminado y ascendente-descendente en lo genuino y la contraria altura de los gramados exhibiendo la cuestionada más alto el primero que el segundo; así también revela disimilitud de origen las trayectorias, alturas, espacios intergramales del grupo minuscular siguiente a la M y movimiento final con un marcado y extenso trazado rectilíneo-ascendente".
Seis médicos o administrativos que en alguna oportunidad trataron a Maradona o tuvieron alguna injerencia en su última internación en la Clínica Olivos o en su externación a la casa de Tigre donde falleció, más el abogado Víctor Stinfale y la ex pareja del Diez, Rocío Oliva, serán los ocho nuevos testigos que a partir del lunes desfilaran ante los fiscales de la causa.
Se trata de una segunda ronda de testimoniales convocada por el equipo de investigadores integrado por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari; y la fiscal de Benavídez, Laura Capra, tras las 13 declaraciones que ya se tomaron este mes. Todos los testigos fueron citados a la misma hora, aunque en forma escalonada, de a uno por día, y de manera presencial en la sede de la Fiscalía General de San Isidro.
El 1 de septiembre será el turno de Oliva, la última pareja del "10". Oliva estaba separada de Maradona desde fines de 2019 y según declararon algunos miembros del entorno, Diego estaba deprimido por ello, al punto que Morla llegó a decir en una entrevista que al ex futbolista lo mataron "Rocío Oliva, la cuarentena y la parte médica".
También se la menciona tangencialmente en la causa porque una ex pareja de su prima, Carlos Orlando Ibáñez, alias "Charly" -fugitivo de la justicia-, fue acusado y señalado por varias personas como el responsable de que Maradona tuviera acceso al alcohol, las pastillas y la marihuana, cuando vivía en la casa de Brandsen. El último en declarar, el 2 de septiembre, será Víctor Stinfale, quien continuaba ligado a algunos negocios del "10" y tiene un estrecho vínculo con su colega Matías Morla, a quien en uno de los audios de la causa lo denomina como "el jefe" cuando habla sobre él con Luque.