04 Diciembre de 2020 15:26
La denuncia impactó en el entorno de Vélez. Una joven de 28 años denunció esta madrugada que fue abusada sexualmente en una casa del country Camino Real, en el partido bonaerense de San Isidro, alquilada por el delantero del Fortín, Juan Martín Lucero.
Allí, a pesar de las prohibiciones lógicas por la pandemia de coronavirtus, se realizó una fiesta que contó con la participación de al menos cuatro integrantes del plantel que dirige Mauricio Pellegrino, entre ellos el delantero Ricardo Centurión y el mediocampista Thiago Almada. Tras la denuncia, personal de la Unidad Fiscal de Género de San Isidro llegó al domicilio, donde tomó declaración a la denunciante junto a dos testigos.Poco después, la mujer fue trasladada a la comisaría de la Mujer en el partido de la zona norte del conurbano bonaerense. Entre los testigos se encontraba una de las amigas de la víctima, quien afirmó haberla visto “desmayada en la cama junto a una jarra de plástico". Por este testimonio, la joven será sometida a una pericia toxicológica que determinará si fue drogada para luego ser abusada sexualmente.
El principal sospechoso es un hombre cuyo apellido sería Acuña, calvo, robusto, vestido con bermudas de jean, que no es jugador del club. La amiga de la víctima, de 36 años, reveló que hubo varios encuentros sexuales durante el festejo en la casa de Lucero. Al mismo tiempo, detalló que fue invitada a través de una amiga que mantiene en común con el ex Racing, Centurión. La fiesta arrancó a las 18 del jueves.
Allí fueron recibidas por Centurión y se encargó de aclarar que en el lugar habían al menos 20 personas, entre ellas los futbolistas de Vélez, algunas mujeres y conocidos de los deportistas. Siempre según el relato de la mujer, previo al abuso la víctima había sufrido el robo de su teléfono celular, razón por la cual la fiscal Laura Zyseskind investiga por estas horas no solo el hecho de violación, sino también el robo del dispositivo.
Cerca de las 21:45 -sostuvo- decidió ir a buscar a su amiga y la encontró “desmayada en la cama junto a una jarra de plástico” junto al sospechoso calvo y robusto a su lado en una de las habitaciones del lugar. Convencida de que su amiga había sido violada, comenzó a gritar y pedir por ayuda. La víctima fue trasladada a uno de los baños que se encontraban a pocos metros de la habitación, donde vomitó y perdió, una vez más, el conocimiento,
La testigo afirma que la víctima "no tiene recuerdos" de lo que ocurrió y reveló que golpeó al sospechoso en el rostro. Según afirmó en su declaración, uno de los presentes en el lugar, al cual no pudo identificar, le pidió que “se calme y que no llame a la policía” y resaltó que “todos fueron cómplices, que todos sabían lo que pasaba”. Al llegar al lugar, la Policía Científica secuestró ropa de cama de varias habitaciones de la vivienda de Camino Real.
Si bien ninguno de los tres jugadores fue mencionado como el autor de la agresión sexual, Centurión tiene antecedentes por un hecho similar ocurrido en mayo de 2017 cuando su ex novia lo denunció por violencia de género, por lo que unos meses después fue desvinculado de Boca.
Además de este hecho, la víctima y otras jóvenes que la acompañaban también denunciaron que fueron robadas sus carteras y pertenencias personales como celulares y billeteras, pero aclararon que los jugadores no estuvieron involucrados en el abuso.
Al respecto, el abogado de Vélez, Mariano Lizardo, se presentó este mediodía en la fiscalía de San Isidro y al retirarse dijo que los jugadores "van a ser llamados a declarar", aunque advirtió que "está descartado que sean imputados" dado a que su estuvieron involucrados en el hecho.
Lizardo contó que el club "viene trabajando hace mucho tiempo sobre este tipo de conductas" y reiteró que "por lo que me dijo la fiscal, está descartado que hayan participado ellos (por los jugadores mencionados), quienes ayer tenían el día libre".
Vélez tiene un protocolo establecido en los contratos de los futbolistas para estos casos, desde que contrató al jugador Centurión, por lo que si se demuestra lo ocurrido, él o los involucrados serían sancionados automáticamente con la rescisión de contrato.
También se expresó en esa línea la directora del Departamento de Género de Vélez, Paula Ojeda, quien aclaró que los jugadores no estarían "imputados" y por eso no hay por qué "sancionarlos": "Lamentamos muchísimo el hecho, pero si los jugadores no están involucrados, no hay por qué sancionarlos".
Hasta el momento, en el expediente se mencionó a una persona de apellido Acuña, que no pertenece al club y que sería un amigo o allegado a uno de los jugadores que participó de la fiesta clandestina. El caso, caratulado como "abuso sexual agravado y robo", es investigado por la fiscal Laura Zyseskind, a cargo de una Unidad Especializada en Delitos Conexos a la Trata de Personas (como la producción y distribución de imágenes de niñas, niños y adolescentes y la violencia de género) de San Isidro, con la colaboración de personal de investigaciones (DDI) de la policía bonaerense.