Gabriel Antonio Espósito tenía 55 años, era oriundo de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, tenía dos hijos y era dueño de un hotel de la localidad balnearia de Mar de Ajó. Allí, fue encontrado asesinado y atado en una de las habitaciones del establecimiento tras un incendio intencional. Si bien el hecho fue descubierto el último jueves en el hotel El Pescador, trascendió en las últimas horas que la víctima pudo ser identificada por las piezas dentarias y que su cuerpo quedó totalmente carbonizado.
Además, la autopsia determinó que el empresario murió como consecuencia de un golpe en el tórax y que ya había muerto cuando comenzó el incendio. De acuerdo con la autopsia realizada por la Policía Científica de Dolores en la morgue del cementerio de la localidad de Paraje Pavón, el cuerpo de Espósito quedó "carbonizado en el 100 por ciento de su cuerpo". Además, el hombre fue hallado por las autoridades "esqueletizado" debido al daño que le provocaron las llamas.
Según las fuentes del caso, el hombre fue hallado con sus brazos extendidos a la altura de la cabeza y las manos se encontraron unidas y atadas por un cable, mientras que en el cuello también tenía enrollado un cable que tenía un nudo doble en la zona de la cervical. En ese sentido, el médico legista determinó que la muerte se produjo por al menos "un golpe en la zona del tórax que le ocasionó un hemo-neumotórax en la parte derecha".
Los expertos señalaron que Espósito, al momento del incendio, ya había fallecido debido a que "en la vía superior no hallaron restos de hollín". En las últimas horas, la Policía detuvo a un sospechoso que horas más tarde fue puesto en libertad debido a que, por el momento, "no había pruebas suficientes" como para mantenerlo con prisión preventiva. Por ahora, los investigadores intentan determina si la víctima tenía algún tipo de enemistad previa con alguien conocido.
Por esta razón, entre otras hipótesis, se están analizando cámaras de seguridad que pudiera haber en la zona y todo tipo de movimientos sospechosos en el lugar. La investigación comenzó cuando personal de bomberos fue alertado por un incendio en el establecimiento ubicado en avenida Costanera al 700. Tras extinguir las llamas en una de las habitaciones, la Policía descubrió que allí estaba el cuerpo de la víctima, que gracias a sus piezas dentales fue identificada como el dueño del hotel.
Según las fuentes, el hombre estaba atado y con quemaduras, por lo que el hecho es investigado como un "homicidio". Los peritos determinaron que el o los delincuentes ingresaron al lugar a través de una claraboya del baño y que, tras atar a la víctima, provocaron el siniestro. Además, robaron el equipo DVR de las cámaras de seguridad del hotel para que no haya registro de lo sucedido.
De esta manera, los pesquisas procuraban determinar el móvil del asesinato y la principal hipótesis es que fueron directamente a matarlo, aunque se desconocen los motivos. Por ahora, el fiscal de la causa, Martín Prieto, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada en La Costa, Departamento Judicial Dolores, dispuso una serie de medidas tendientes a dilucidar el crimen de Espósito, quien es oriundo de la localidad bonaerense de Ramos Mejía y tenía dos hijos.