Aaron tenía un año y ocho meses. El sábado, fue trasladado al centro de salud del barrio Ameghino por su mamá y su pareja, Alan Leonel Lapalma, ambos de 24 años. " Se atragantó con algo", le dijeron, nerviosos, a los médicos que rápidamente lo atendieron y derivaron de urgencia al hospital Materno Infantil de Mar del Plata. El nene estaba inconsciente: presentaba magullones en todo el cuerpo, hematomas en el abdomen, en las piernas y marcas en la cara.
Todas esas heridas, sin embargo, eran de vieja data: el pequeño Aaron falleció al llegar al nosocomio producto del brutal golpe que la pareja de su mamá le propinó en la cabeza con un palo de escoba. Fue el análisis exhaustivo posterior hecho al cuerpo del menor el que destapó el calvario y sufrimiento al que había sido sometido en vida: tenía hematomas en la zona abdominal, en los costados del cuerpo y en el cráneo
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El nene había sido víctima de violencia física y denunciaron a la pareja en la Comisaría 6ª. En primer lugar, ambos se mantuvieron firmes y señalaron que Aaron se había atragantado con comida. Pero una vez que la mujer pudo ser entrevistada en soledad, se animó a confesar el delito: desde hacía meses, tanto ella como el nene eran víctimas de golpes, amenazas y todo tipo de violencia física por parte de Lapalma.
La mujer dijo que no había hecho la denuncia anteriormente porque fue amenazada por su pareja y que la violencia a la que era sometida junto a su hijo se incrementaba cuando Lapalma tomaba cocaína. El hombre fue detenido horas después en la misma casa donde atacó al nene, en el barrio Florentino Ameghino, al oeste del centro de Mar del Plata, a poco de la salida hacia Sierra de los Padres por orden de la fiscal Florencia Salas.
A su vez, la fiscal ordenó que se realice una autopsia al cuerpo del menor, la cual reveló que presentaba heridas internas de hacía varias semanas, que tenía cicatrices por haber recibidos golpes en la cabeza con un objeto romo y contundente, que sufría una hemorragia estomacal, equimosis en cráneo, tórax y abdomen y un moretón importante en la zona frontoparietal izquierda y que fue el último golpe en la cabeza lo que le provocó la muerte del niño
La Fiscalía ordenó así el secuestro de un palo de escoba de la casa, con el que se estima que el hombre golpeaba a la familia. Lapalma se encontraba en libertad condicional y volvió a ser alojado en al Unidad Penal 44 de Batán: había sido condenado a una pena de 3 años en suspenso por el delito de uso de documento público alterado y fue encarcelado después de ser detenido tras un intento de robo.
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Ahora, quedó imputado por "homicidio agravado por alevosía", que prevé una condena a prisión perpetua y ya se negó a declarar ante la fiscal Salas. "Ni chorro ni traficante, pibe humilde de barrio picante", se autodefinía en su cuenta de Facebook, que ahora dio de baja, donde no dudaba en mostrarse armado. Aaron tenía un hermano, de 3 años, que también era víctima de Lapalma, pero que ese fatídico sábado se encontraba al cuidado de su abuelo materno.
El tío del nene de la víctima, Ezequiel Juarez, al enterarse de la muerte de su sobrino acudió a las redes sociales para manifestar su dolor y compartir un gran número de fotos del nene. "Mi Aroon, mi Arito como te decía yo. Te arrebataron de nuestros brazos y te convertiste en ángel. No te das una idea el dolor y impotencia que siento en este momento. Eras un enano puro amor, canchero, tenías muchísimo por vivir, te vamos a extrañar mi Arito, hoy Dios necesitaba un ángel más y te eligió a vos, te amo sobrino y te voy amar siempre, que tu paz transmita paz en toda la familia y en tu mamá. Descansa tranquilo, enano, nos volveremos a ver!!!", sentenció.