El club cordobés Estudiantes de Río Cuarto, que juega en la Primera B Nacional del fútbol argentino, quedó envuelto en una nueva polémica a partir de que su jefe de prensa, Matías Centurión de 22 años, desapareciera sin dejar rastros y fuera acusado de una megaestafa con criptomonedas, en la que se habría quedado una cifra cercana a los 500 mil dólares que pertenecían a futbolistas y dirigentes de la asociación deportiva en la que trabajaba. En ese sentido, el Ministerio Público Fiscal (MPF) de la provincia emitió un pedido de búsqueda de paradero para dar con el también integrante del streaming del equipo apodado "León del Imperio", quien justamente fue visto por última vez el miércoles 18 de diciembre en una emisión del programa de la Asociación Atlética Estudiantes de Río Cuarto.
El joven "mide 1,70, es de contextura física delgada, tez blanca, cabello oscuro corto con jopo en la parte frontal y ojos marrones", indicaron desde la Unidad Judicial Uno de la ciudad de Río Cuarto, mientras que señalaron que también tiene un tatuaje en el brazo izquierdo que dice CR7 en letra gótica.
Centurión, que conducía la empresa de criptomonedas "Crypto DeFi", que desde marzo también funcionaba como sponsor del club, eliminó todos sus perfiles en redes sociales y, además, desactivó su línea de telefonía móvil. Desde ese momento cortó toda comunicación con sus clientes y la institución en la que trabajaba.
El club cordobés viene de protagonizar otra situación ilícita a partir de la detención de su presidente desde 2015, Alicio Dagatti, por intentar entrar alcohol, drogas y celulares a la cárcel provincial de Bouwer, en un camión de carne que pertenece a él y que funciona a partir de un acuerdo con el Servicio Penitenciario para promover carne a las diversas prisiones.
Las versiones en la conducción del club aseguraron que, en caso de que el dirigente consiga la libertad, dejaría la presidencia del club. Al mismo tiempo, la situación golpea en lo futbolístico, ya que el actual director técnico, Iván Delfino, se iría de su cargo sin haber dirigido ningún partido.