El abogado defensor de los 10 rugbiers acusados de haber asesinado a golpes a Fernando Báez Sosa el pasado 18 de enero en Villa Gesell, Hugo Tomei, apeló este jueves las prisiones preventivas de los ocho sospechosos que se encuentran detenidos en la cárcel de Dolores.
La medida fue realizada en el mismo momento que Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, los dos imputados que están en libertad, se presentaran para ser indagados por fiscal del caso, Verónica Zamboni. Aunque ambos se negaron a declarar, seguirán en libertad.
Después de que el miércoles los ocho detenidos por el crimen de Báez Sosa se negaran a declarar, los dos jóvenes que permanecen en libertad siguieron los pasos de sus amigos, y decidieron no hablar ante la fiscal. Guarino estuvo acompañado por su padre y Milanesi por su madre, y aunque llegaron a la fiscalía cerca del mediodía en la camioneta de su abogado, recién pasadas las 2 de la tarde pudieron retirarse.
Hasta el momento, todos los sospechosos son representados por el mismo letrado, quien en las últimas horas apeló las preventivas que pesan contra sus clientes, por lo que ahora la Cámara Penal de Dolores deberá resolver la situación procesal de los jóvenes.
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Guarino y Milanesi son investigados como partícipes necesarios, pero permanecen en libertad desde hace 10 días debido a que la fiscal de la causa sostuvo que ninguno de los dos pudo ser identificado por testigos en las ruedas de reconocimiento y, por eso mismo, les concedió el "beneficio de la duda".Aunque cabía la posibilidad de que este jueves alguno de los dos finalmente rompiera el pacto de silencio, lo cierto es que acompañados de su abogado, decidieron continuar con la misma posición que tuvieron hasta ahora.
Este miércoles, los detenidos también descartaron la posibilidad de ser sometidos a indagatoria, aunque sí cuestionaron el accionar de Zamboni, al tratarla de mentirosa, y aseguraron que dentro de la cárcel se siente indefensos porque los otros presos los amenazan.
"Amigo, flasheamos. Matamos a uno"
Mientras la causa avanza, en las últimas horas se conocieron unos audios de Whatsapp enviados la madrugada del crimen de Fernando Báez Sosa por Blas Cinalli, uno de los detenidos. En ellos, el imputado le cuenta a otros amigos que iban de camino a Villa Gesell, que habían tenido una pelea y que por eso los patovicas los echaron del boliche Le Brique.“Nos sacaron todos los patovicas, los recagamos a palos mal. Nos agarraron a todos del cuello y nos sacaron a todos para afuera. Nos agarraron la policía y gendarmería. Ganamos igual”, aseguró el joven luego de los golpes que le dieron a la víctima.
En esa misma conversación, el acusado también le avisó a sus otros amigos que tenían que correr para que no los vieran, y que aprovecharon a que la policía se fueran para ir a golpear a Báez Sosa.
Del mismo chat de Cinalli, se extrajeron además mensajes de texto en donde anunciaba que habían matado “a uno” y se puede entender que, después del crimen, estaban organizando una previa en la playa para recibir a los amigos que estaban por llegar a la ciudad balnearia.
"Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital, sin signos vitales. Ahora estamos yendo a Mc Donalds a ver qué pasa. Amigo, flasheamos. Matamos a uno", dijo a modo de victoria sobre la pelea.
Cinalli es el único imputado que habló del hecho. Ante el juez de Garantías David Mancinelli, el día de la audiencia oral previa a la definición de sus prisiones preventivas, le dijo que ninguno de sus amigos, ni tampoco él, quiso que pasara lo que pasó.