El juicio por el femicidio de Araceli Fulles, la joven de 22 años que, en 2017, fue hallada asesinada en una casa de José León Suárez, comenzó este lunes en los tribunales de San Martín con ocho acusados sentados en el banquillo, siete de ellos en libertad y uno detenido ayer cuando fue a votar, en el marco de otra causa por amenazas.
Durante la primera jornada del debate a cargo del Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de San Martín, declararon el padre, la madre y los cuatro hermanos de Araceli, quienes relataron todo lo que padecieron durante la búsqueda de la joven. También declaran los chicos que estaban en el asado al cual fue Araceli antes de ser atacada, mientras que se decidirá su los imputados quieren o no hablar ante el Tribunal.
En el banquillo de los acusados estuvieron los ocho imputados en la causa, siete de los cuales llegan al proceso en libertad y uno de ellos preso, ya que fue detenido ayer cuando fue a votar, acusado de amenazar a un testigo y a la madre de Araceli, Mónica Ferreyra. "Hace unos días amenazó a la madre, le mandó un video caminando por el barrio con una ametralladora diciendo ´hay bala para toda la familia´”, detalló el abogado que representa a la familia, Diego Szpigiel.
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Además, contó que también había amenazado a uno de los testigos, Martín Guardi. A raíz de ello, el fiscal del caso y el letrado pidieron que quedara detenido, lo que fue concedido por el tribunal con el fin de asegurar que se presente en el debate y de impedir que condicione a algún testigo o tergiverse la prueba. En paralelo, dijo Szpigiel, se va a instruir la causa por las amenazas de la madre, que estará a cargo de otra fiscalía.
Se trata de Carlos Casalz, de 39 años, quien llega acusado junto a Hernán Rodrigo Badaracco, Hugo Cabañas, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos. La acusación contra los ocho por "homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas" estará a cargo de la fiscal de juicio Mariana Piwarczuk.
El padre de Araceli, Ricardo Fulles, aseguró que Casalz fue el autor material del asesinato de su hija. “Al que detuvieron ayer es el que asesina realmente a Araceli, en conjunto con los otros imputados. Él fue quien enroscó el precinto en el cuello para terminar matándola”, declaró en la puerta de los tribunales de San Martín donde comenzó el debate oral por el femicidio.
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A su vez, comentó que la detención del imputado se había dado luego de que su esposa, Mónica, fuera “amenazada al recibir una foto” en la que aparecía Casalz con un arma. Si bien el hombre dijo que la intimidación consistió en una foto, su esposa aseguró que se trataba de “un video de 9 segundos” donde Casalz aparecía con una ametralladora. “Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana. Es un video de este tipo caminando con una ametralladora". había contado.
Además, el padre de Araceli sugirió que “Casalz le habría pagado a Darío Badaracco”, quien era el principal imputado y falleció en 2019 en el penal de Sierra Chica tras ser atacado por dos internos, para “enterrar el cuerpo de Araceli” en su casa. Sobre la ausencia de su hija, sostuvo que “es inexplicable” y que “cuando pasan casos similares, vuelven los feos recuerdos”: “Estoy muerto en vida. Araceli para nosotros era el motor de la casa. Todavía la seguimos llorando en silencio".
A su turno, la madre de Araceli aseguró que ninguno de los imputados pueden ser inocentes porque está convencida de que en el crimen de su hija participaron “más de dos personas”. “Era sabido que iba a empezar a haber amenazas y muchas cosas porque van a querer impedir el juicio de mi hija”, dijo esta mañana y denunció su propia familia sufrió en estos cuatro años “amenazas e intimidaciones”.
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Consultada sobre sus expectativas del juicio y el hecho de que, salvo el detenido de ayer, el resto de los acusados llega en libertad al debate por las dudas en torno a la prueba, Mónica dijo: “No pueden ser nunca inocentes, cuando se sabe que fueron más de dos personas. Que se hayan tomado el trabajo de meterla en un freezer y hacer el pozo como hicieron, uno solo no lo hizo, no son ningunos inocentes y todos tienen antecedentes”.
La mujer pidió que se haga justicia y se preguntó: “¿Por qué tengo que abrazar un cuadro cuando yo tendría que estar abrazando a mi hija?”. Por último, comentó: “Sea cual sea el veredicto, no me va a devolver a mi hija”. Araceli, de 22 años, fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco (31), ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín, en el noroeste del conurbano.
La joven había sido vista con vida por última vez durante la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa. Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
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La autopsia determinó que la joven murió por "asfixia mecánica" por "estrangulamiento a lazo" con un elemento compatible con precintos plásticos. Por el caso, Darío Badaracco, hermano del acusado Hernán Rodrigo, fue el principal detenido y murió el 13 de abril de 2019 luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría, tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.
Mientras que los otros ocho imputados fueron excarcelados por la Cámara de Apelaciones de San Martín que consideró en septiembre del 2017 que, por la "ineficiencia del sistema investigativo", no pudieron obtenerse las pruebas necesarias para probar sus participaciones en el hecho. La falta de los resultados de los peritajes, la mala conservación de las muestras recolectadas y el sembrado de "falsas pistas", fueron los argumentos esgrimidos por Carlos Hermelo, presidente de dicha sala.