Hace diez años, la mujer entró a una fiesta de carnaval donde se encontraba una enemiga que tenía 17 años y le pegó un balazo con una 45. La mató en el acto. Antes de irse, le disparó a dos personas más, que apenas tuvieron lesiones leves. Después de disparar a matar desapareció. Como un camaleón, se camuflaba para evitar a la policía en distintos asentamientos de la zona norte. Como fue en 2005, ese homicidio estaba a punto de prescribir. Hoy tiene 29 años y fue atrapada en Villa Zalaga, partido de San Martín, gracias a la red social Facebook y a la intervención del teléfono de su mamá.
La prófuga se había abierto un Facebook con usuario falso y era muy activa en esa red social. Los investigadores rastrearon las conexiones que realizaba desde ese perfil trucho y llegaron a ella. También indicaron que la intervención del celular de la madre favoreció a establecer sus últimos pasos para dar con ella.