Ramón Pérez, uno de los tres oficiales acusados de haber asesinado a disparos a Claudio Romano el pasado 1° de octubre, recuperará en las próximas horas la libertad luego de haber sido excarcelado por la Cámara del Crimen porteña. Las otras dos policías implicadas en el asesinato ya habían recibido antes el beneficio de la prisión domiciliaria, ya que son madres de nenes pequeños a los que deben cuidar.

Según explicó a BigBang Lucía Sánchez Cáceres, la mujer del hombre fallecido, la defensa de Pérez también había pedido la prisión domiciliaria, y como la jueza Analía Gómez Maiorano se había negado a otorgarle el beneficio, el abogado fue a la Cámara del Crimen porteña, donde finalmente resolvieron hacer efectiva la excarcelación.

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"Mañana paga la fianza de $100.000 y sale. Es indignante. Está acusado de haber cometido un homicidio agravado y va a andar suelto", dijo enojada la esposa de Romano.

Según los jueces Julio Lucini, Mariano González Palazzo y Magdalena Laiño, titulares de la Sala 5 de la Cámara del Crimen, no existe riesgo de entorpecimiento de la causa ni de fuga en la situación del agente como para mantenerlo en prisión.

"En consecuencia, corresponde revocar la decisión acatada, y conceder la excarcelación del nombrado bajo una caución personal o real, junto con la obligación de presentarse en el juzgado mensualmente, a lo que agrego una 'caución institucional' a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires a fin de que se responsabilice ante los órganos jurisdiccionales del cumplimiento de la obligación de la comparecencia impuesta", indicaron.

Hasta el momento, los tres oficiales están imputados por homicidio agravado, aunque este próximo viernes la jueza decide si siguen con la misma caratula o si cambia la figura de acusación. El objetivo de la Justicia es determinar si estos policías actuaron en legítima defensa o si todos o alguno de ellos cometió algún tipo de exceso.

Según los resultados preliminares de la autopsia, la víctima recibió nueve impactos de bala, y uno de esos, el que le dio en el tórax, fue el que le produjo la muerte instantánea. Además, el hombre de 39 años presentaba pequeñas heridas en sus muñecas, y otros cortes en el abdomen. En el informe, que es muy escaso, se habla de "lesiones escoriativas cortantes" en el abdomen, pero no se determina si esas heridas fueron provocadas mucho antes del enfrentamiento con la policía, o si ocurrieron en el mismo momento.

Aunque todavía falta conocer el resultado final de la autopsia y de las pericias balísticas, la semana pasada trascendió una grabación de una cámara de seguridad que muestra el enfrentamiento entre los policías y Romano de manera mucho más clara.

En base a las imágenes, lo que se puede ver es que la víctima estaciona su auto y va directo hacia la ventanilla del conductor, y que en ese momento ambos forcejean, por lo que la víctima corre hacia el otro lado del patrullero, donde se encuentra con la inspectora. Allí ella abre la puerta para frenar al hombre, por lo que él cae al suelo, ya herido de un disparo, aunque luego intenta levantarse en varias oportunidades, y ahí recibe otros balazos que le provocan la muerte.

En su declaración, los tres oficiales aseguraron que Romano se bajó de su auto ensangrentado y fue "enajenado" a atacarlos, por lo que apenas se acercó al patrullero, le cortó levemente el brazo al oficial que manejaba. Eso desató una ola de disparos que culminó con la muerte del remisero, y con un exceso de defensa de los sospechosos.