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Exclusivo: la declaración de Alberto Cirulnik, el pediatra acusado de 30 casos de abuso sexual

El médico fue denunciado ante la Justicia por corrupción de menores y abuso sexual. Las víctimas que hablaron formalmente son seis, aunque hay otras 30 personas que también aseguran haber vivido hechos similares.

23 Mayo de 2019 17:47
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Alberto Cirulnik fue denunciado ante la Justicia por abuso sexual y corrupción de menores a finales del año pasado. Aunque más de 30 personas se animaron a contar que habían sido víctimas del pediatra cuando eran niños, solo seis tuvieron el valor de reunirse para iniciar una causa judicial. 

Representados por las abogadas Andrea Quaranta y Nadia Rivas, los denunciantes contaron los hechos traumáticos que vivieron con Cirulnik, y debido a la veracidad de sus relatos, el Juzgado Criminal y Correccional N° 41 decidió citar a indagatoria al médico el pasado lunes 13 de mayo. Acompañado por el letrado Horacio Romero Villanueva, Cirulnik llegó ese día al Palacio de Justicia vestido de traje, y aunque no quiso hablar, sí presentó un escrito en el cual negó todos los abusos. Además, en esa misma oportunidad pidió su sobreseimiento, y aseguró que las acusaciones en su contra buscan difamarlo falsamente.

Hasta ahora, los denunciantes formales son seis, aunque hay otras 18 víctimas que se ofrecieron a ser testigos de concepto (lo que significa que pueden contar sus propias experiencias contra el acusado) en caso de que la investigación llegue a juicio. A pesar de que actualmente la causa se encuentra en una etapa inicial, durante estos meses se ha pedido que las víctimas confirmen sus versiones, se solicitaron también pericias psicológicas y psiquiátricas contra el acusado, y además el juzgado recabó información documental de la escuela ORT y del club Kadima, donde se produjeron alguno de los hechos.

En este contexto, el indagado se presentó hace 10 días al interrogatorio, en el cual el juez Luis Alberto Zelaya le preguntó por las cinco denuncias efectuadas en Capital Federal, ya que hay una sexta acusación que se tramita en otro juzgado. Sin embargo, en lugar de responder a las preguntas, directamente el pediatra presentó un documento escrito en el que hasta se mostró indignado por la imputación en su contra.

En primer instancia, el doctor negó haber cometido cualquier tipo de conducta ilegal, inmoral y/o ilegitima contra los denunciantes, y por consiguiente, pidió ser sobreseído, ya que, según su parecer, la imputación que pesa sobre él está basada en hechos falsos.

"Respecto al denunciante, Darío Schvartz, las circunstancias de sus relatos son más perversas, porque fue objeto de un proceso de acción privada por calumnias e injurias, el cual fue desistido de común acuerdo. De allí que el escrito de querella acompañado con las peticiones probatorias hace pervivir sin justificación un procedimiento, menoscaba mi honorabilidad injustamente y, precisamente por ello, intensifica la ofensa a mi honor y fama", argumentó el denunciado.

Sobre esto mismo, indicó en su descargo que las supuestas víctimas definieron un modus operandi para difamarlo a través de los medios de comunicación, ya que "sabían que los delitos denunciados estaban prescriptos". Según él, con la intención de hacerlo quedar como un "monstruo" o "pervertido", Leandro KochMalena FilmusDarío Schvartz, Daniel Braveman y su sobrino iniciaron una campaña mediática de escrache para desprestigiarlo y destruirlo.

En su escrito, el pediatra usó a su favor las pericias psicológicas y psquiátricas que le hicieron, las cuales no arrojaron alteraciones psicopatológicas ni una falta de control de los impulsos. A esta explicación, el acusado sumó que las supuestas víctimas tardaron tanto tiempo en denunciarlo porque en realidad mienten y buscan incriminarlo falsamente. 

El duro relato de Darío Schvartz, una de las víctimas del pediatra Alberto Cirulnik

Hacia el final del documento, el abogado defensor indicó que en el "hipotético y retomo supuesto" de que el juez no hiciera lugar al pedido de sobreseimiento, se efectué la reserva de la causa, y se considere la posibilidad de un juicio abreviado, como lo dicen los documentos de derechos humanos incorporados en la Constitución Nacional para casos de acusaciones envejecidas por el transcurso del tiempo.

Los denunciantes

Darío SchvartzLeandro Koch Malena Filmus son ex alumnos de la escuela ORT y fueron también los primeros en hablar de los abusos que cometió el acusado. Schvartz debió soportar una serie de abusos que se mantuvieron a lo largo del tiempo y que ocurrieron en diferentes lugares, uno de ellos el cluk Kadima de Moreno. Él siempre supo que lo que había vivido no estaba bien y, ya de grande, se animó a hablar del tema con sus papás.

Cuando los tres entendieron la gravedad del asunto, intentaron conversar con el pediatra Cirulnik, quien era muy amigo de la familia, y él respondió con una demanda por injurias. Luego de eso, el silencio volvió a apoderarse de todos, hasta que en un momento Schvartz conoció a Koch, y juntos reconstruyeron una realidad a la que tuvieron que enfrentarse cuando eran niños.

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Así, entró en escena Malena Filmus, quien casi de casualidad, conoció a Koch y se enteró de que a él le había pasado lo mismo que ella. Los tres se contactaron con las abogadas Andrea Quaranta y Nadia Rivas, y gracias a que la denuncia tomó carácter público, 30 personas hablaron con las abogadas para confirmar que ellas también habían sido víctimas del pediatra. Algunos explicaron que los abusos se dieron dentro del consultorio la única vez que fueron atendidos por él, mientras que otros ex alumnos de la escuela ORT confesaron que los manoseos pasaban dentro de la institución, cada vez que el pediatra los veía por un dolor o molestia.

Aunque la escuela nunca hizo público su descontento con el pediatra, debido a la causa, sus autoridades manifestaron a la Justicia que Cirulnik trabajo en la institución, tanto como profesor y médico, hasta el año 2011, fecha en la que lo despidieron luego de haberse enterado de ciertos procederes del pediatra fuera de la escuela, lo que generó una pérdida de confianza.

Mariana López es otra de las denunciantes, y ella se enteró por televisión de que su abusador tenía nombre y apellido. Nunca había hablado con nadie de esa situación, pero al comprender que varios habían pasado por lo mismo, quiso contar su verdad. Algo parecido ocurrió con el sobrino de Cirulnik y con Daniel Braveman, quien viajó desde México para dejar asentada su denuncia en Buenos Aires.

El crudo relato de una víctima

"Yo nací y mis papás ya eran amigos del matrimonio Cirulnik. De chiquitos, los hijos de él (tiene dos), y yo éramos amigos. Compartíamos siempre ratos en el club Kadima, de Moreno, y los primeros abusos fueron justamente cuando estábamos ahí. En ese lugar había un bar donde la gente comía, y mi familia y la de él pasaban el día en el bungalow. Dormíamos todos juntos, y por ahí si los grandes estaban en otro lado, él venía a dormir a los nenes, y para relajarme, me hacía un masaje en todo el cuerpo, y se detenía en el pene y me masajeaba un rato”, contí Schvartz a BigBang semanas atrás.

"Las situaciones se dieron siempre a solas. A veces el me pedía los mismos masajes que me hacia a mi en el pene, para que se los hiciera a él. Algunas veces los abusos eran en el club a la hora de la siesta, y otras en su casa, porque yo iba mucho. También me atendía como pediatra, y me hacía cosas desubicadas, pero no tengo recuerdos de que ahí me haya abusado porque como éramos cercanos, el tenía acceso en otros momentos", aseguró el denunciante, quien además ahora agregó a este portal que no está sorprendido por la declaración que hizo el acusado, porque "era obvio que iba a negar los hechos".