Un testigo de identidad reservada que declaró este lunes podría ser fundamental para el esclarecimiento de la causa que investiga la masacre de San Miguel del Monte, donde murieron tres adolescentes de 13 y 14 años, un joven de 22 y se encuentra internada en grave estado otra niña de 13. Según reconstruyeron ante BigBang fuentes con acceso a la causa, el testimonio apuntaría a que los chicos observaron una maniobra de venta de drogas antes de que comenzara la persecución.
Bajo estricta identidad reservada, la persona aportó su testimonio esta mañana ante el fiscal de la causa, Lisandro Damonte, titular de la Fiscalía N° 1 de Cañuelas, donde es investigada la muerte de los cuatro chicos. Por ahora, la carátula del expediente es “homicidio culposo” y “encubrimiento”. Por el caso, hay 17 implicados: 16 policías - que ya fueron desplazados - y 13 detenidos, 12 de los cuales son efectivos de la Bonaerense. Además, anoche detuvieron al secretario de Seguridad de San Miguel del Monte, Claudio Martínez.
El testigo de identidad reservada dijo que los chicos habrían visto desde el Fíat 147 que conducía Carlos Aníbal Suárez una maniobra de venta de drogas, a metros del domicilio de uno de los policías que se encuentra detenido, el Teniente 1° Héctor “Pipi” Ángel. “El fundamento avala la teoría de que los chicos vieron algo”, sostuvo a BigBang Lucas Richmond, abogado de las familias de dos de las víctimas, Camila López y Gonzalo Domínguez.
De acuerdo al relato, el Fíat 147 pasó de casualidad por esa zona y como los cuatro adolescentes estaban con sus teléfonos filmando y tomándose fotos, los uniformados pudieron haber interpretado que los estaban filmando a ellos. “Creemos que la persecución inicial se dio cerca de la vivienda de ese policía de apellido Ángel y que el móvil real es que los chicos vieron el tráfico de drogas”, afirmo Richmond.
Por eso, el abogado de los familiares de las víctimas quiere que se investiguen las cámaras de seguridad desde varias cuadras antes y no desde el momento en que llegan al boulevard Almirante Brown, la avenida que desemboca en la ruta nacional 3, donde instantes después el auto chocó contra un camión estacionado y provocó la muerte de los cuatro chicos y las graves heridas en Rocío Gugliarello, quien continúa internada en grave estado.
“Necesitamos correr la línea de tiempo, probar mediante cámaras que la persecución empezó antes”, dijo Richmond. Las razones por las que el auto de Suárez no se detuvo son materia de investigación: desde no haber escuchado, hasta el susto. La familia de Suárez cree que la razón fue que el joven de 22 años pudo haberse asustado, ya que había sido extorsionado por efectivos de la Bonaerense semanas atrás por no tener los papeles del auto en regla, debido a que lo había comprado hacía poco tiempo y no había terminado la transferencia. En aquella ocasión, pagó una coima de $4.000.
EL MISTERIO DE LOS CELULARES
Por si el caso no resultara lo suficientemente oscuro, con cuatro chicos muertos, una adolescente peleando por su vida, 16 policías en la mira - 12 de ellos detenidos - y hasta el secretario de Seguridad municipal preso, en los últimos días se sumó un nuevo misterio difícil de explicar que podría complicar aún más a los policías: el teléfono de una de las chicas que murió nunca fue hallado pero constantemente se conecta a WhatsApp y a las redes sociales.De hecho, el único celular hallado en el lugar fue el de Gonzalo Domínguez. El fiscal de la causa ya solicitó que sea peritado para ver si se encuentra algún contenido que pueda ayudar a esclarecer el caso. Lo llamativo es que si bien los cinco ocupantes del Fíat 147 tenían celulares, ese es el único dispositivo que forma parte de la causa. Los otros cuatro no aparecieron.
La sospecha es que la desaparición de los equipos puede tener un vínculo directo con ocultar el episodio. De hecho, en un comienzo la Policía les dijo a los padres de las víctimas que había sido un accidente y luego que habían chocado cuando intentaban escapar después de cometer un robo, tal como relató la semana pasada Yanina Zarzoso, madre de Camila, en declaraciones a radio Con Vos.
“Hay un solo teléfono en la causa, que es el de Gonzalo. El de Camila está siendo operado, tiene conexiones recientes, no fue secuestrado. Los demás equipos no aparecieron. No es casual porque la instrucción inicial de la causa la hizo la misma policía”, sintetizó Richmond.