Fabián Gerardo Tablado fue condenado a 24 años por asesinar de 113 apuñaladas en su casa del Tigre a su novia, Carolina Aló, el 27 de mayo de 1996. Hoy, luego de pasar 23 años, nueve meses y un día encarcelado, recuperó su libertad. “No hay un día que no piense y no sienta culpa por lo que hice. Sé que es muy difícil creerme, pero es lo que siento”, le dijo a los medios al salir.
Las frases más importantes de Tablado
Voy a tratar de hacer lo mejor posible. Amo mucho a mis hijas y son mi vida. Siempre me pregunté por qué la maté. Nunca encontré respuestas. Les pido mucho perdón a mi ex mujer y a los familiares de Carolina. No hay un día en que no piense en pedirles perdón. Soy muy consciente del mal que hice. Nunca voy a terminar de pagar por lo que hice en mi interior, en mi conciencia. Me siento un poco mal, todos los días pasa por mi cabeza lo que hice. Voy a tratar de cumplir mis obligaciones como padre, a pesar de que no pueda ver a mis hijas. Quiero revincularme con ellas. Me quiero abrazar a mis hijas, pero no voy a poder. Quiero hacer las cosas bien. Salgo con una mente diferente, ya no soy lo que hice en el pasado. Todos los tratamientos que pude hacer en la cárcel, lo hice. Estudié derecho y abogacía. Tengo día a día mucho remordimiento. No es verdad que no tengo remordimiento, todos los días siento culpa por lo que hice. Le pido perdón. Él no me va a perdonar, pero me siento más aliviado. Todo esto es parte de la condena social y está bien. Me cuesta muchísimo vivir con el mote de asesino. Lo de mi ex mujer fue un conflicto de pareja. Le pido perdón a todas las mujeres en general. Soy consciente que con estas nuevas leyes por femicidio, la cadena hubiera sido perpetua. Pero fi juzgado por las leyes en las que caí preso, en 1996. No hay un día que no piense y n sienta culpa por lo que hice. Sé que es muy difícil creerme, pero es lo que siento. Tengo una buena relación con mi ex mujer. No solo arruiné mi vida, sino que arruiné la vida de Carolina y su familia.Por el crimen de Carolina Aló fue condenado en 1998 a 24 años de prisión, pero en 2013 se le sumó una condena a dos años y medio de prisión por “coacción” tras amenazar de muerte a Roxana Villarejos, la docente con la que en 2007 se casó con él estando preso y con quien tuvo hijas mellizas, actualmente de 11 años, y a su suegra.
Si bien se le unificó la condena en 26 años y seis meses de prisión, pena que debía agotarse en 2022, los beneficios de la ya derogada “Ley del 2x1” y los cursos que hizo en prisión como "estímulo educativo", hicieron que la pena del femicida se dé por concluida.