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Facundo: tras el rechazo de la jueza, cuáles son las pruebas que tiene la querella

Hasta ahora, los cuatro policías investigados por los fiscales permanecen en libertad y no han sido imputados.

21 Octubre de 2020 09:57
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Después de que la jueza federal María Gabriela Marrón -quien interviene en la causa por la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro- rechazara casi todas las medidas de prueba que solicitaron los fiscales del caso para avanzar en la investigación, en las últimas horas la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y los letrados que representan a la querella presentaron un recurso de apelación. Allí explican las pruebas que existen contra los miembros de la policía bonaerense señalados como sospechosos.

Los fiscales federales Héctor Andrés Heim y Horacio Juan Azzolin apelaron la decisión de la jueza. Luego de ello, Adolfo Pérez Esquivel y Roberto Cipriano García, en su carácter de presidente y secretario de la Comisión Provincial por la Memoria, junto a los abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, ambos representantes legales de Cristina Castro, la mamá de Facundo, realizaron una presentación ante la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de Bahía Blanca para adherir a  la apelación.

Allanamiento en Teniente Origone

El pasado 15 de octubre, el Juzgado Federal Nº 1 a cargo de Marrón, declinó el secuestro de los teléfonos de los policías involucrados y la posibilidad de realizar un nuevo allanamiento tanto afuera como adentro de la dependencia policial de Teniente Origone, donde meses atrás se encontró entre la basura un amuleto del joven de 22 años.

Ante esta situación, los letrados de la querella y de la CPM indicaron que resulta necesario realizar un profundo análisis, para que la Cámara de Apelaciones revierta la decisión por la cual se niega el allanamiento al puesto de vigilancia de Teniente Origone, algo que ya fue requerido en otras tres oportunidades.

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"Es necesario realizar las aclaraciones pertinentes al caso, ya que de sostenerse la valoración - temprana - que realiza la Sra. Jueza de las piezas probatorias que obran en la investigación, se profundizaría el camino que no permitirá conocer la verdad de los hechos y circunstancias por las cuales se produjo la desaparición y muerte de Facundo Astudillo Castro", aseguraron.

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Según indicaron los abogados en el escrito, al momento de rechazar el allanamiento en Teniente Origone, la jueza Marrón sostuvo que según indica la autopsia, Astudillo Castro murió en el cangrejal donde su cuerpo fue hallado, pero no contempla la posibilidad de que haya estado en la dependencia policial antes de su fallecimiento.

"Si bien las conclusiones expuestas refieren a que no se observan signos de participación de terceras personas, una lectura integrada nos permite afirmar que ello tampoco puede ser descartado, ya que no se ha podido establecer el modo de muerte que sufrió Facundo: si fue homicida, suicida o accidental. Dicho esto, ¿es posible descartar una hipótesis de investigación solo sobre la intuición que postula que Facundo debe haber muerto en el ambiente donde fue encontrado, y descartar que pudo estar en otro lugar antes? ¿No podría haber estado la víctima en la comisaria de Teniente Origone en algún tramo de la “ventana” que se extiende del 30 de abril al mes de Julio? ¿Podría haberse producido la muerte en una zona cercana o de similares características a la del hallazgo? La ciencia forense no ha podido dar certezas de ello; por lo que no puede ni debe afirmarse", indicaron.

Los mensajes borrados de los policías

Durante estos meses, la fiscalía federal que investiga el caso, solicitó la imputación de los agentes policiales Jana Curuhinca y Gabriel Sosa, algo que la jueza negó, aunque permitió que los oficiales entregaran sus celulares para ser analizados, ya que ambos admitieron haber tenido contacto con el joven el día 30 de abril pasado, cuando fue retenido por la mañana en un control policial.

Además de ellos, Siomara Flores declaró ante la Justicia que llevó a Facundo en el vehículo particular de su padre, luego que su media hermana le hubiera hecho una infracción al joven algunos kilómetros atrás, por lo que después de eso, manifestó haberlo dejado en el acceso a Teniente Origone aproximadamente a las 13:00.

Por su parte, el policía Alberto González dijo que el 30 de abril se presentó en el kilómetro 750 de la Ruta Nacional Nro. 3 tras un llamado de un ciudadano que advirtió la presencia de un chico a la vera de la ruta. Según su relato, después de requisarlo y de haber constatado que ya tenía una infracción, lo dejó seguir camino, pero que luego vio como el joven se subía a una Duster Oroch gris oscura.

Tras estos testimonios, los letrados comentaron que del análisis de los teléfonos de los sospechosos, surge que González borró las comunicaciones que hizo el día 30 de abril, aunque la empresa Movistar reveló que existieron 7 llamadas, y que Flores también eliminó información de su teléfono, aún cuando ni siquiera se trata del mismo dispositivo que utilizó el día de la desaparición de Facundo.

Sin embargo, esto no es todo, porque también se pudo recuperar un mensaje enviado el día 30 de abril a las 10 de la mañana, en el cual el oficial Delgado( de la dependencia de Mayor Buratovich) le dice a Sosa: “y si se hace el pajero que lo bajen”.

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Para la querella y la CPM, lo más llamativo de todo son los vínculos familiares de estos cuatro agentes, ya que Siomara Flores y Jana Curuhinca son hermanas, mientras que Siomara Flores y Gabriel Sosa son pareja, al mismo tiempo que Siomara Flores y Marcos Navarrete, comisario inspector de  Villarino, tienen un hijo en común.

"Las constancias de autos nos indican que luego del mensaje donde Delgado le dice a Sosa: 'y si se hace el pajero que lo bajen', se registra en el AVL  el movimiento del móvil  hacia la Comisaria de Mayor Buratovich, por lo que no puede descartarse que Facundo haya sido trasladado a la Comisaria de Mayor Buratovich", manifestaron en el escrito.

Los testigos

Durante la investigación, los testigos Malmoria y Betinelli dijeron haber visto a Facundo tirado en la ruta, sobre la mano con sentido desde Bahía Blanca hacia Teniente Origone.

Mientras que la testigo H, presentada por Flores y Sosa, aseguró que el día de su desaparición ella levantó al joven en la ruta y que lo llevó hasta la entrada de Bahía Blanca, lugar en que el se bajó y continuó a pie, porque dijo que iba a seguir camino por las vías para evitar ser detenido en otro control policial.

"Nótese que los datos de la testigo de identidad reservada H se encuentran en una libreta de anotaciones de González, justo debajo de los datos de la dirección de Daiana González,  la ex novia de Facundo y los datos personales del propio Facundo. Y que al ser interrogado en sede judicial, en el marco de la causa de averiguación de paradero, González no menciona que la testigo de identidad reservada haya levantado a Facundo como manifestó oportunamente el 15 de agosto, sino que manifestó que los datos correspondían a una persona que días previos había evadido un control de tránsito", explicaron los letrados, y aclararon que como González se olvidó de introducir a la testigo H a la causa, después lo hicieron Sosa y Flores al decir que conocían a una persona que había llevado a Facundo en su auto.

El amuleto de Facundo

Para Marrón, el hallazgo de un amuleto (la sandía) similar al de Facundo en el destacamento de Teniente Origone y el de una piedra turmalina (que usaba el joven) en una patrulla de Bahía Blanca, no son consideradas evidencias, sino que hasta incluso puso en duda la manera en que uno de los perros del adiestrador Marcos Herrero, contratado por los abogados querellantes, los encontró.

"La jueza se anima a desacreditar el origen del hallazgo, por haber intervenido el perito de parte Marcos Herrero, cuestionando la aptitud de los perros para detectar rastros de Facundo pasando determinado periodo de tiempo", escribieron en el recurso, y luego los abogados comentaron que ambos procedimientos fueron realizados en forma adecuada conforme a las normas procesales, asentados en actas, con la participación de testigos hábiles y registrados en vistas fotográficas y fílmicas.

"En todo caso la Jueza debería poner en duda a los funcionarios actuantes de la Policía Federal Argentina, en el caso del puesto de Tte. Origone, y a los funcionarios actuantes de la Gendarmería Nacional Argentina, en el caso del registro del móvil policial", aseguraron y aclararon que el propio adiestrador Marcos Herrera comentó que los rastrillajes con el perro en busca de la sandía se hicieron bajo la técnica de "rastro criminal", en la que se busca restos biológicos y no el olor de la persona.

El secuestro del auto que estuvo en el cangrejal

El móvil 20.610 fue secuestrado hace unas semanas después de que se reportaran movimientos extraños el día 8 de mayo pasado, ya que se comprobó que circuló por la zona donde se encontró el cadáver de Facundo, cuando esa no era la ruta que habitualmente utilizaba.

Sobre esto, la jueza consideró que existió un error técnico del AVL (una especie de GPS que marca el recorrido), algo que fue totalmente descartado por la empresa prestataria del servicio.

"Es importante recalcar que en la zona de Villarino los reportes permiten determinar con certeza que el equipo gueo posicionó al móvil en ese sector (con la adecuada cantidad de satélites en vista)", explicaron desde la compañía.

En este sentido, los letrados comunicaron que hasta el momento no se han dado explicaciones oficiales sobre el posible accionar de dicho móvil y el personal policial que estuvo en esa zona, al mismo tiempo que añadieron que no se trata de un lugar ubicado en el medio del agua (como dijo la jueza), sino que en ocasiones el mar ingresa y luego se retira.

"El hallazgo de elementos vidriosos dentro del móvil en cuestión, identificado por el perro del perito de parte, cobra otra relevancia, no pudiendo sostenerse con razonabilidad. Debe valorarse todo en su conjunto: las relaciones interpersonales de las que se tiene conocimiento, los elementos de Facundo hallados, los informes técnicos, y un conocimiento exhaustivo del accionar delictual de las fuerzas de seguridad", comentaron.

Por todos estos elementos, desde la CPM y la querella consideran que la jueza actuó con arbitrariedad y que puso en riesgo la verdad al no aceptar el nuevo allanamiento en Teniente Origone. Del mismo modo, manifestaron que existe un peligro por la demora a la que la medida se encuentra expuesta, ya que desde el día 30 de julio esa dependencia policial no ha sido objeto de ninguna restricción ni se ha ordenado sobre ella ninguna medida cautelar que ordene la inalterabilidad del edificio.

"El único modo con el que contamos al momento para lograr un acercamiento a la verdad o a la formulación de hipótesis certeras es la producción de medidas que coadyuven a robustecer o descartar hipótesis planteadas en la investigación del caso. Y como ya ha sido demostrado, los elementos que puedan obtenerse de dicho Puesto de Vigilancia o de los celulares requeridos por los agentes fiscales podrían ser claves para ello", solicitaron por último a la Cámara Federal de Apelaciones.