Liam Yuthiel Pereyra tenía un año y siete meses y murió anoche en el Hospital Pediátrico Humberto Notti, luego de haber sido ingresado al nosocomio junto a sus padres con un grave cuadro de salud: el bebé llegó sufriendo fuertes convulsiones y un paro respiratorio. Sus padres le aseguraron a los médicos que el pequeño se había golpeado la cabeza y, como no reaccionaba, decidieron "zamarrearlo".
Todo comenzó el último martes, cuando Natasha Abigaíl Delgado, de 23 años y su novio, Mauro Pallero (21) trasladaron a Liam -nacido el 28 de marzo de 2020- al Centro de Salud Nº26, ubicado en el departamento mendocino de Las Heras, cercano a la capital provincial, y a causa de la gravedad del caso, los profesionales de la salud que lo atendieron lo derivaron de urgencia al Hospital Pediátrico Humberto Notti.
Al llegar al nosocomio, los médicos le diagnosticaron una hemorragia subaracnoidea, subdural y retiniana bilateral en los ojos. Primero, Liam fue intubado y, tras una tomografía de cerebro, los profesionales descubrieron "signos de un cuadro clínico derivado de maltrato infantil”, ya que presentaba lesiones “típicas” del síndrome de bebé sacudido, de acuerdo con un informe que detalló el medio local El Sol.
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Por esta razón, las autoridades del Pediátrico Humberto Notti dieron intervención a la Fiscalía de Homicidios por el presunto maltrato infantil y la fiscal Andrea Lazo ordenó la detención de la madre del bebé y de su pareja quienes se contradijeron al declarar ante los investigadores. Según contó la mujer, su pareja le dijo que el bebé se había golpeado la cabeza durante la noche y, como no reaccionaba, decidieron "zamarrearlo".
El pequeño Liam quedó internado en terapia intensiva con muerte cerebral y, a pesar del trabajo de los médicos, falleció el miércoles por la noche. No se trata de un caso aislado, ya que en lo que va del año ya se registraron numerosos casos de maltrato infantil en el país. En marzo, por ejemplo, se dio a conocer la noticia de la muerte de Thiago, el nene de dos años que murió en el Hospital Sanguinetti de Pilar.
El menor había sido ingresado al nosocomio junto a sus padres, quienes aseguraban que se había ahogado con la comida. Sin embargo, un hecho aberrante se descubrió durante la autopsia: el bebé había sido abusado sexualmente y quemado con cigarrillos. Según el informe médico forense, Thiago murió producto de una hemorragia interna fruto de un fuerte golpe recibido en la zona abdominal.
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Asimismo, los peritos determinaron que también presentaba otros golpes en el resto del cuerpo, como lesiones compatibles con abuso sexual y quemaduras en sus brazos y genitales, algunas de ellas de larga data. Luciana Florencia Villa tenía 5 años y falleció el 29 de septiembre en el hospital del partido bonaerense de Hurlingham, al cual había ingresado con un cuadro de paro cardiorrespiratorio.
Si bien los médicos que la atendieron lograron reanimarla, su condición era sumamente delicada y su cuerpo no lo soportó. La menor presentaba hematomas en todo el cuerpo, hemorragia interna y signos de un ataque sexual. La autopsia al cuerpo de Luciana comprobó que la menor sufría abusos sexuales de larga data y, además, que murió debido a la brutal golpiza que había recibido poco antes de llegar al nosocomio.
Marcos Leonardo Villa, de 33 años, y Marcela Segovia, de 45, sus padres, quedaron acusados como coautores del homicidio agravado por el vínculo, que prevé la pena de prisión perpetua. La pequeña llegó a ser reanimada por los médicos, pero falleció a raíz de la hemorragia interna que le habían provocado los golpes de sus progenitores.
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Al caso de Luciana se le sumó el de Aarón Maximiliano Bustos Sosa, de tan solo un año y 8 meses, que fue asesinado el sábado 18 de Septiembre por su padrastro, Alán Leonel Lapalma, de 24 años y que se encontraba en libertad condicional, en el barrio Florentino Ameghino de Mar del Plata. El pequeño fue trasladado de urgencia por su mamá y Lapalma: "Se atragantó con algo", le dijeron, nerviosos, a los médicos que rápidamente lo atendieron.
El menor fue derivado de urgencia al hospital Materno Infantil de Mar del Plata: el nene estaba inconsciente, presentaba magullones en todo el cuerpo, hematomas en el abdomen, en las piernas y marcas en la cara. La autopsia reveló que presentaba heridas internas de hacía varias semanas, que tenía cicatrices por haber recibidos golpes en la cabeza con un objeto romo y contundente, que sufría una hemorragia estomacal, equimosis en cráneo, tórax y abdomen.
Además, tenía visible un moretón importante en la zona frontoparietal izquierda y que fue el último golpe en la cabeza lo que le provocó la muerte. Otro caso sucedió el pasado 23 de septiembre: León Aquino, de tan solo un año y medio, fue asesinado por su padrastro, Roberto Fernández, de 27 años, en el barrio Villa Mitre, en Berazategui.
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Por este hecho, su mamá, Yésica del Carmen Aquino, de 32 años, fue acusada y detenida por encubrimiento, complicidad y participación del homicidio. La mujer intentó convencer a su hermana de que su hijo se había ahogado con leche. Sin embargo, los médicos notaron los golpes que tenía el nene en su cuerpo y decidieron hacer una denuncia a las autoridades.
La autopsia reveló que el pequeño León sufrió maltratos prácticamente desde su nacimiento y murió a causa de una “septicemia traumática”. Los forenses encontraron golpes, pinchazos de aguja por todo el cuerpo y mordeduras en la zona del cuello. También extrajeron una aguja oxidada del cadáver, razón por la cual la principal hipótesis de los investigadores es que esa varilla con óxido pudo haber provocado la infección que derivó en una septicemia.
El 29 de octubre, una mujer fue detenida en el barrio San Jorge, en la ciudad de Corrientes, por estrangular a dos de sus hijos: el más chico, de tres años, murió, mientras que su hermanita, de cuatro, sufrió lesiones. La mujer fue trasladada a un hospital psiquiátrico, donde quedó internada con una fuerte custodia policial. Fue uno de los hijos de la mujer quien dio avisó a las autoridades: salió corriendo de su casa pidiendo auxilio porque su mamá los quería matar.
La secuencia fue vista por un suboficial, vecino de la mujer, quien irrumpió en la casa de la agresora, le amarró con sogas y prendas los brazos y piernas porque estaba totalmente fuera de sí e intentó socorrer a los chicos: Ian, de tres años, se encontraba tendido en el piso, inconsciente. El pequeño fue llevado hasta una sala de primeros auxilios del barrio y desde allí derivado de urgencia al Hospital Pediátrico “Juan Pablo II”, donde falleció con un paro cardiorrespiratorio.