Ariel Augusto Sanz Segovia, el comerciante que recibió un disparo de una escopeta de parte de un vecino que lo increpó porque estaba revisando un secarropa abandonado en la calle, en la localidad bonaerense de San Fernando, falleció este miércoles luego de agonizar durante dos semanas en el hospital Petrona de Cordero, donde llevaba internado desde el 25 de mayo.
A partir de la muerte de Sanz Segovia, el fiscal Alejandro Musso tomó la decisión de indagar este viernes al sospechoso detenido, identificado como Santos Lemos (58), por el delito de "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego".
El crimen ocurrió el lunes 25 de mayo en el cruce de Roberto Payró y Alberto Gilardoni del barrio Villa Jardín cuando Sanz Segovia, propietario de una rotisería situada a unas 15 cuadras de allí, regresaba de entregar algunos pedidos junto a un empleado suyo a bordo de un Renault Symbol.
Durante el trayecto, el comerciante observó que había un secarropa abandonado y detuvo la marcha para inspeccionarlo. Pamela, una de las hermanas del hombre, contó que la víctima había hecho “un curso" de reparación de electrodomésticos y le dijo al empleado que si el secarropa estaba "rescatable" se lo arreglaba para que se lo lleve a su casa.
Según los testigos que se encontraban en el lugar, mientras el comerciante descendió del vehículo y se acercó al artefacto, un vecino salió imprevistamente de su vivienda.
"Dejá ese secarropa ahí", lo amenazó Lemos al hombre mientras lo apuntaba con una escopeta, por lo que Sanz Segovia volvió a subir al auto rápidamente para irse del lugar junto a su empleado.
Sin embargo, desde pocos metros el agresor efectuó un disparo contra el comerciante que, según su hermana, solo le había respondido "bueno, está bien maestro". Las perdigonadas impactaron en el rostro de Sanz Segovia, quien herido aceleró rápidamente hasta una posta policial ubicada a unas pocas cuadras, en Uruguay y Guatemala.
El comerciante fue trasladado de urgencia al hospital de San Fernando, donde quedó internado en grave estado en terapia intensiva ya que había perdido uno de sus ojos, entre otras lesiones, hasta que finalmente murió. “Ni siquiera hubo una discusión previa o un intercambio de palabras entre ellos", había asegurado días atrás Pamela.
Efectivos de la comisaría 4ta. de San Fernando fueron alertados por el ataque y el fiscal dispuso un allanamiento de urgencia. La Policía detuvo a Lemos, a quien le secuestró una escopeta Centauro calibre .14. "Aunque no nos devuelve a mi hermano, queremos que se haga Justicia y que esto no quede así, que este hombre pague por lo que hizo", afirmó la hermana del comerciante.