Avanza la investigación por el asesinato de Lucas González, el futbolista de 17 años que jugaba en las inferiores de Barracas Central y el miércoles por la mañana recibió dos disparos en la cabeza por parte de un efectivo de la Policía de la Ciudad. El joven llegó en estado "irreversible" al hospital El Cruce de Florencio Varela, con “ventilación mecánica” y “medidas de soporte vital”, pero falleció pasadas las cinco y media de la tarde. La declaración de los amigos que estaban junto a él en el auto al momento del ataque.
"Es un hecho muy confuso tal vez para la gente, pero nosotros tenemos en claro qué fue lo que sucedió: estamos frente a un caso de gatillo fácil y de negligencia policial", aseguró Guillermo Poletti, abogado de la familia de Lucas, en diálogo con Radio con Vos. "Lo conozco de chiquito a Lucas, su sueño era jugar en primera. Fueron todos a una práctica y volvieron en auto juntos", sumó.
De acuerdo a lo que los amigos que iban abordo del vehículo le contaron a la familia de Lucas, todo sucedió después de que frenaron a comprar un jugo en un kiosco. De nuevo con el auto en marcha, los adolescentes "fueron interceptados por un vehículo (Fiat) Siena" y no un patrullero, como se intentó instalar temprano, dado que los cuatro efectivos ahora sumariados estaban "de civil".
"El procedimiento continúa": el siniestro audio de la Policía de la Ciudad tras balear a Lucas
"Se bajó uno con un arma y el conductor que iba con Lucas lo esquivó, porque lo que primero que pensó fue que los querían robar. ¿Quién va a pensar que es un policía de civil? En ese momento, le dieron los dos disparos a Lucas", sumó el abogado.
De acuerdo a lo que pudieron reconstruir a partir del testimonio de los jóvenes, al ver a Lucas ensangrentado, siguieron a toda velocidad y frenaron cuando vieron a dos efectivos policiales que se encontraban "caminando por la calle". "Les dijeron: 'Le dispararon a mi amigo, nos quieren robar'. En ese momento llegó el Siena, lo estacionaron atrás y detuvieron a los chicos".
"Es un hecho más que lamentable, en donde se ve una negligencia por parte de la Policía de la Ciudad. No sólo por los disparos, sino por todo lo que hicieron después, que fue tendiente a buscar impunidad. Ocultaron cosas, dijeron que eran delincuentes, hablaron de un arma en el auto que nunca se encontró. Los dos menores que estaban con Lucas quedaron detenidos desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche", sumó el abogado.
El conductor del auto también tiene 17 años y se había ido a probar al club. "Se asustó porque iba manejando y de golpe lo apuntó un tipo de civil, con mal aspecto, porque quieren disimular su rol de policías de civil. ¿Qué hacés ante una situación así? Pensó: 'Me quiere robar el auto'. Ahí es cuando pegó el volantazo y les tiran los dos tiros. Cuando les piden ayuda a los otros dos policías, el otro auto llegó de forma inmediata y a los veinte minutos los policías ya tenían abogados".