La investigación por los asesinatos del mago “Alex” y su novia tiene ahora un nueva hipótesis de trabajo vinculada a la falsificación de moneda, ya que en las últimas horas se halló en la vivienda del fallecido una carpeta de su propiedad manchada con sangre y que en su interior tenía dólares falsos impresos en papel simil moneda.

Según indicaron fuentes policiales, se sospecha que la falsificación de moneda era la nueva actividad ilícita en la que Leonardo Fernández se iba a embarcar y que justamente en la madrugada en que lo mataron fue a comunicarles esta propuesta a los hermanastros Rubén Andrés Grasso y Roberto Alegre, actualmente detenidos por el doble homicidio del mago y Jéssica Cigola.

El fiscal de la causa, Alejandro Musso, realizó esta mañana una nueva inspección ocular en la escena del crimen, el departamento de la calle 25 de Mayo 1147 que alquilaba Grasso en San Fernando y que fue el lugar donde asesinaron a ambas víctimas.

Allí los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro encontraron en el living una carpeta negra con letras a colores y la leyenda “B.U.G.” de “Banca Universitaria Galicia”, en cuyo interior había muestras de papel simil moneda, con impresiones de billetes de 100 dólares falsificados. 

Según explicaron a Télam fuentes de la investigación, hasta esa prueba se llegó después de registrar las cámaras de seguridad del día del crimen, lo que permitió capturar el momento en que Fernández entró al edificio de los acusados con una carpeta debajo de su brazo.

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Además del hallazgo de los dólares adulterados, desparramados en el piso o dentro de la misma carpeta, los pesquisas también encontraron impresiones de certificados de discapacidad falsos y números de tarjetas de créditos con las que se cree que se estafaba a gente.

Antes de este procedimiento, el viernes pasado el fiscal Musso allanó en San Justo la casa de una tía de 82 años de Fernández y secuestró 20.000 dólares que, se cree, eran de su sobrino y provenían de negocios ilícitos.  Este dato surgió a partir de la declaración de un testigo de identidad reservada, quien señaló que el mago tenía mucho dinero porque se dedicaba a vender cocaína a conocidos tanto en la terraza de su casa de la calle La Rioja 1708 de Parque Patricios, como en las fiestas VIP de las que participaba en Nordelta y otros barrios cerrados de la zona norte.

El crimen

La investigación por el doble crimen del mago y su novia se inició en la madrugada del viernes 25 de octubre cuando la Policía de la Ciudad detuvo en la casa de Fernández a un hombre que estaba dentro del garaje de esa propiedad con la camioneta Ford EcoSport de la víctima y con el portón abierto.

El sospechoso, identificado como Alexis Miguel Bonnet, confesó que había sido contratado por dos hermanos para ir a "vaciar la casa" al igual que el vehículo, y que del lugar se había llevado alrededor de 140.000 dólares que había en una caja fuerte.

Bonnet aportó una serie de datos y direcciones y, como el dueño de la vivienda asaltada no aparecía, el juez porteño Gustavo Pierretti dispuso ese viernes a la noche una serie de allanamientos ante la presunción de que el mago estuviera secuestrado, y en uno de esos procedimientos, realizado en el departamento de San Fernando, la Policía halló los cadáveres de "Alex Ilusionista" (como se hacía llamar) y su novia.

Por el caso, hay tres detenidos. En primer lugar cayó Bonnet, luego fue arrestado Grasso en un hotel de Quilmes donde le encontraron droga y 200.000 pesos en efectivos, y más tarde  se llegó hasta su hermanastro Alegre, quien estaba en una villa también del partido de Quilmes.

Según las autopsias, los crímenes ocurrieron a las 23.30 del jueves 24, es decir casi 23 horas después de que la pareja ingresara a las 0.47 de ese mismo jueves al departamento de San Fernando. El mago fue asesinado a golpes en la cabeza con un fierro, mientras que a la joven la mataron a puñaladas en el cuello, golpes en el rostro y tenía destruida la órbita de un ojo.

Por su parte, en la vivienda del mago Alex, ubicada en Parque Patricios, los investigadores hallaron 115 gramos de cocaína, balanzas de precisión y elementos de corte, lo que refuerza la teoría de que la víctima se dedicaba a vender droga.